• Apuntó que es preciso llegar a una cantidad de gente vacunada para conseguir la inmunidad de grupo o de rebaño, con una meta mínima de 70 por ciento de los habitantes.

Por: Redacción/

Todavía “estamos lejos de alcanzar un control real y estricto de la pandemia de COVID-19, por lo que es necesario seguir cuidándonos y mantener las medidas de prevención enfrentar al momento que nos tocó vivir con responsabilidad”, refirió el doctor Rafael Bojalil Parra, académico del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Si bien las vacunas empiezan a dar esperanza al mundo sobre el fin de contagios y muertes causados por el virus SARS-CoV-2r, aún hay un largo camino por recorrer y “es muy importante tener en mente que no va a ser una solución inmediata, pues falta mucho tiempo para lograr la inoculación masiva y dejar a un lado todas las precauciones”.

Al participar en los Jueves de Divulgación de la Ciencia, el investigador de la Unidad Xochimilco indicó que existen seis vacunas aprobadas en distintos países y decenas en fases avanzadas, que aun cuando posean reacciones adversas, han seguido protocolos de pruebas muy estrictas para dar seguridad a la población.

“Es imposible contar con algún medicamento que no induzca secuelas, esto se debe poner en una balanza para ver qué tan frecuentes pueden ser, contra el número de infecciones y muertes que es posible evitar”.

En la mayoría de los casos estos efectos desfavorables sólo incluyen dolor en el sitio de la inyección, fiebre, malestares musculares, cansancio y fatiga, los cuales deben ceder entre 24 y 48 horas después de la aplicación.

Además, apuntó que es preciso llegar a una cantidad de gente vacunada para conseguir la inmunidad de grupo o de rebaño, con una meta mínima de 70 por ciento de los habitantes, pues de lo contrario la enfermedad no se va a detener.

Algunos movimientos sociales buscan disuadir a las comunidades de inmunizarse, señalando los posibles peligros en el proceso de inoculación y la poca seguridad de estas medicinas.

“Hay demasiada información falsa circulando en las redes sociales que podría causar catástrofes significativas en ese sentido. Desde sus inicios, la corriente antivacunas ha provocado mucho daño, dolor y muertes, sobre todo en niños, lo que puede generar grandes tragedias y consecuencias no sólo individuales sino colectivas”.

Estas reacciones obedecen a la falta de cultura científica, pues no existe una educación para el entendimiento de la ciencia y muchas veces las personas prefieren confiar en cadenas o advertencias de fuentes desconocidas.

“Tenemos que formar a nuestros niños en esa materia y tendría que darse desde las edades más tempranas, porque instruimos mucho en un pensamiento mágico de los fenómenos naturales y comunitarios”.

El académico refirió que de acuerdo con el programa de vacunación actual, de febrero a marzo de 2022 únicamente se habrá impactado a 51 por ciento de la gente, “por lo que debemos continuar con el uso obligatorio de cubrebocas, la sana distancia, la higiene de manos y la ventilación de lugares cerrados”.