Por: Redacción/

En estos momentos de incertidumbre por la pandemia del COVID-19 es imprescindible redoblar los cuidados y procurar fortalecer el sistema inmunológico de los adultos mayores con una buena alimentación que incluya pescado, leche, pollo, frutas, legumbres y verduras, recomendó la maestra Leticia Arcelia Cervantes Turrubiates, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El buen trato por parte de la familia a ese sector de la población comprende acompañarle y preparar una dieta variada, con mucha higiene, bien presentada y con productos de los tres grupos alimenticios: plásticos o constructores, energéticos y reguladores”.

Debido a que existen ancianos indigentes que están desprotegidos frente al virus resulta imperioso apoyarlos para que acudan a instituciones de asistencia social, por ejmplo, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia-DIF, donde podrán recibir el apoyo para que estén hidratados y consuman tres comidas diarias.

“Es importante que nuestras abuelas y abuelos tengan la compañía de los parientes para que vean cubiertas sus necesidades y cumplidas las recomendaciones médicas, consideró la profesora del Departamento de Atención a la Salud en la Licenciatura en Nutrición Humana de la Unidad Xochimilco.

Ese grupo poblacional está conformado por los viejos jóvenes –de 60 a 74 años– que son independientes para hacer compras y preparar la comida; aquellos de 75 a 89 años, quienes precisan de otra persona para esos menesteres y el resto de sus actividades, y los más longevos, que están arriba de los 90 años, y aun los centenarios.

Este segmento social demanda una alimentación muy cuidadosa, ya que la mayoría padece enfermedades crónicas y depende casi sin exccepción de soporte.

La especialista de la UAM recomendó evitar que los ancianos tengan ayunos prolongados, en virtud de que es común que tomen medicamentos, por lo que espacios largos entre alimentos pueden ser riesgosos para la salud.

Si bien en este grupo hay individuos autosuficientes o sin problemas graves para vivir en instituciones que les brinden alimentación en tiempo y forma, aquellos con problemas de movilidad deben recibir cuidados y víveres de calidad por parte de la familia.

Las frutas y verduras aportan vitaminas y minerales, pero también pueden producir divertículos que llegan a ocasionar hemorroides, por lo que son esenciales una dieta rica en fibras –útil en la digestión para prevenir estreñimiento– y agua.

En dicha etapa de la vida “aterrizan todos los problemas, por lo que si una persona en su juventud no se cuidó ni hidrató o sufrió gastritis y colitis, eso hará explosión. Por esto, la atención de la salud y hacer ejercicio desde edades tempranas es determinante para una vejez plena”.

Los adultos mayores pueden enfrentar soledad, depresión, angustia y sentirse desplazados en el entorno familiar, por lo que es prioritario inculcar en los más jóvenes el respeto, toda vez que el aspecto emocional es esencial para que se sientan queridos, concluyó la maestra Cervantes Turrubiates.