Por: Redacción

Rocío Miranda Pérez, Presidenta de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, advirtió que en México existen 7.4 millones de personas hablantes de lengua indígena de tres a más años de edad, lo que representaba hasta el 2015 sólo el 6.5% de la población y sin embargo un se requiere de un padrón de beneficiarios en el “Programa de Apoyo a la Educación Indígena”, desagregados por sexo, edad, entidad, municipio o demarcación territorial por parte de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).

Por lo anterior, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la dirigente campesina, indicó que de acuerdo al reporte de la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados, en el informe trimestral 2016 de la CDI, la ejecución del gasto, en este rubro, debe ser más preciso.

Lo anterior porque se deben considerar localidades atendidas por entidad federativa y modalidad de atención.

Indicó que la atención a este sector es indispensable considerando que de acuerdo a las cifras más recientes del INEGI, en 2015, existían 494 municipios donde más del 40% de sus habitantes son hablantes de lengua indígena y tan sólo en Oaxaca hay 245 municipios en esta situación.

Además, de la población que habla lengua indígena, 13 de cada 100, solo puede expresarse en su lengua materna como lo indican las estadísticas más recientes del 2015.

Por ello al ver que en materia de educación para el sector, vía CDI se destinaron para este 2016 mil 233 millones de pesos; apenas se han ejercido en el primer trimestre del año 163 mil 940 pesos, según el Informe sobre el cumplimiento de objetivos y metas de programas sujetos a reglas de operación de Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

Rocío Miranda Pérez, insistió en que conforme al balance que hace la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados, tan sólo en el 2010, más de 550 mil niñas y niños que hablan alguna lengua originaria en México quedaron excluidos del Sistema Educativo Nacional.

Lo anterior representa el 27.4 por ciento del total de esta población; proporción diez puntos más alta que la registrada a nivel nacional, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda de ese año, destacó la dirigente de UFIC al analizar el balance legislativo.

Destacó que en localidades rurales la inasistencia a la escuela entre los adolescentes de 15 a 17 años asciende a 41.9 por ciento, en comparación con el 24.3 de las áreas urbanas.

Además, el Banco Interamericano de Desarrollo, en el país persiste una brecha significativa entre la población indígena y la no indígena en cuanto al acceso al derecho de la educación, pues especialmente las mujeres indígenas son quienes presentan los niveles más altos de analfabetismo y baja escolaridad.

Informó que el porcentaje de niños hablantes de lengua indígena que no asisten a la escuela, en edad preescolar (de 3 a 5 años) es similar entre hablantes y no hablantes de lengua indígena, 64.4 y 63.7% respectivamente.

En el caso de la población entre los 6 y 14 años, edad en que se cursa la primaria y la secundaria, el porcentaje de niños y niñas hablantes de lengua indígena (92.7%) que asiste a la escuela es menor en comparación con los niños y niñas no hablantes (96.7 por ciento).

Ante esta realidad, es urgente transparentar el “Programa de Apoyo a la Educación Indígena” cuyo objetivo es promover el derecho a la educación de la infancia y la juventud indígena sin embargo el Informe de la Evaluación Especifica de Desempeño 2014-2015, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), reporta que dicho programa estuvo muy por debajo en la atención a las poblaciones objetivo.

La diferencia en la aptitud para leer y escribir en niños de 6 a 14 años entre la población hablante y no hablante de lengua indígena es del doble; es decir, dos de cada diez niños hablantes de lengua indígena no sabe leer ni escribir, mientras que entre los no hablantes, uno de cada 10 no cuenta con la aptitud, comentó sustentada en datos del INEGI.

Miranda Pérez, dijo que cuando la población de 15 años y más no puede escribir y leer, se le conoce como analfabeta. 23% de los hablantes de lengua indígena son analfabetas, en comparación con el 4.2% de no hablantes, que se encuentran en esta situación.

Los bajos niveles de escolaridad se traducen en bajos niveles de ingreso y se relacionan con precarias condiciones de salud y en general con disminución de oportunidades para una calidad de vida, como lo sostiene la ONU, concluyó.