Por: Jorge Hernández

Con base en las pruebas aportadas durante el proceso por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), un hombre que sometía a trabajos forzados a ocho personas, recibió una sentencia de 43 años y seis meses de prisión de un Juez de primera instancia

Además, el impartidor de justicia 51 Penal, con sede en el Reclusorio Preventivo Oriente, impuso a José Antonio Sánchez Jiménez una multa de un millón 678 mil 800 pesos, por la comisión de los delitos de trata de personas agravada, en su modalidad de trabajo forzado y corrupción de personas menores de edad agravado.

Sánchez Jiménez vivía con las agraviadas en un domicilio localizado en la delegación Cuauhtémoc, a quienes obligaba a vender golosinas, cigarros y agua de las cinco de la mañana a las diez de la noche en las colonias Santa María la Ribera y Roma, al regresar a su domicilio les quitaba el dinero, además, mantenía una relación sentimental con tres de ellas.

Una de las afectadas refirió que en 1999 conoció a José Antonio Sánchez Jiménez quien desde entonces le exigía laborar en la vía pública; al paso del tiempo observó que comenzó a llevar a otras mujeres a vivir en el mismo inmueble. Una de las concubinas era hija de José Antonio Sánchez, con quien tuvo un bebé y cuyo proceso de corrupción inició desde que tenía 15 años de edad.