Por: Redacción/

La secretaria de Bienestar, María Luisa Albores González, señaló la necesidad de recuperar los hábitos nutricionales de los mexicanos, principalmente de quienes viven en el medio rural.

Dijo que en la instrumentación del Programa Sembrando Vida, cuyo objetivo primordial es la reforestación a través de la plantación de árboles frutales, maderables y milpa intercalada, así como la restauración productiva en el campo, la dependencia que encabeza se da a la tarea de recordar a la gente, en los ejidos y en las comunidades, “que el alimento más importante es lo que sale de la milpa: el maíz, el frijol y la calabaza”.

En una gira de trabajo por Chiapas, durante la cual firmó un Convenio de Colaboración del Programa Sembrando Vida con el gobierno estatal, la funcionaria federal señaló que “desafortunadamente este estado del país vive una pobreza lacerante, además de que, cuando se pusieron en marcha programas que tienen que ver con el consumo, éste se dirigió al alimento chatarra”.

Citó, a manera de ejemplo que la región de Los Altos es el lugar donde más se consumen refrescos en Chiapas. “México es el país que más consume gaseosas, pero a nivel estatal, Los Altos ocupa el primer lugar”, señaló.

Cabe precisar que, de acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud,
el consumo de refrescos promedio por persona en nuestro país es de 163 litros al año.

En este sentido, la titular de la Secretaría de Bienestar recordó que cuando estaba diseñando el Programa Sembrando Vida hizo una visita a la Selva Lacandona y “pude observar que la gente cargaba refrescos, en esa zona donde anteriormente se bebía pozol”, en referencia a la bebida refrescante a base de agua, cacao y maíz.

Explicó que, si el objetivo es hacer que el campo vuelva a florecer, se tiene que lograr también que la gente pueda vivir del campo y se alimente de lo que produce.

Finalmente, sostuvo que para retomar hábitos alimenticios sanos, se debe poner fin a la ambigüedad que prevalece en algunas regiones del país en las que persisten enfermedades del subdesarrollo como la desnutrición, aunadas a las de países desarrollados como la diabetes y la hipertensión.