Por: Redacción

Con el objetivo de impulsar la coordinación y colaboración interinstitucional, la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través del Centro de Educación  y Capacitación para el Desarrollo ,implementa el programa de formación “Construyendo Capacidades de Adaptación al Cambio Climático”.

En la primera etapa, se desarrolló el proceso de formación del equipo líder: 125 representantes en 12 entidades federativas (Baja California Sur, Sinaloa, Zacatecas, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Yucatán, Veracruz, Puebla, Querétaro, Morelos y México), favoreciendo la comprensión del fenómeno del cambio climático y la necesidad de plantear estrategias adaptativas integrales y procesos de formación de capacidades locales.

En la segunda etapa se realizaron 12 Foros Estatales, lo que permitió ampliar el proceso formativo e integrar a mil 260 representantes de organizaciones de la sociedad civil, instituciones de educación superior e investigación, gobiernos municipales y estatales y sector privado que trabajan en el desarrollo de sus comunidades.

En la tercera fase se llevó a cabo el Encuentro Nacional Construyendo Capacidades de Adaptación al Cambio climático, en donde participaron 135 representantes de las entidades federativas y 12 expertos de las diferentes áreas del sector ambiental, donde se logró la elaboración de la Estrategia para la Construcción de Capacidades de Adaptación al Cambio Climático.

Se reconoció la perspectiva que los actores tienen sobre la vulnerabilidad que aqueja a los contextos municipales, ampliando la cobertura y el compromiso institucional en la materia. Dado el perfil social y económico de México, las propuestas de acciones para el fortalecimiento de capacidades se orientaron al desarrollo de Rutas Adaptativas en temas como: agua, biodiversidad y tierras, lo que tiene efectos en la seguridad alimentaria e hídrica, el riesgo y la salud.

El programa está centrado en detonar y/o fortalecer las capacidades que ayuden a la población a identificar los factores que incrementan la vulnerabilidad del territorio y de las actividades productivas, permitiendo moderar los daños potenciales, tomar ventaja de las oportunidades y hacer frente a las transformaciones que puedan ocurrir, mejorando su calidad de vida y las condiciones de los socioecosistemas que habitan.