El Seguro Social cuenta con 35 Centros de Referencia Estatal para Atender a Niños con Cáncer, ONCOCREAN para tratar y curar leucemias, tumores de cerebro y hueso.

Por: Redacción/

En la Coordinación de Atención Oncológica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se privilegia el diagnóstico oportuno, atención de patologías de menor complejidad in situ y referencia inmediata a los Centros de Referencia Estatal para Atender a Niños con Cáncer (ONCOCREAN), a fin de alcanzar estándares del 90 por ciento de sobrevida en los pacientes pediátricos oncológicos.

El doctor Enrique López Aguilar, titular de la Coordinación de Atención Oncológica, señaló que el IMSS tiene 35 ONCOCREAN en el país con recursos humanos, físicos y medicamentos para trabajar a favor de la curación de estos pacientes.

Con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, que se conmemora este 15 de febrero, dijo que en 2021 en el IMSS se registró una disminución del 20 por ciento en la mortalidad, en medio de la pandemia de COVID-19, y aunque no hay manera de prevenir el cáncer en edad pediátrica, es curable con diagnóstico a tiempo.

Refirió que una detección oportuna permite comenzar el tratamiento en menos de tres días y esto da un realce a la sobre vida de los menores.

Agregó que en población pediátrica los cánceres más frecuentes son leucemias, tumores de cerebro y de hueso que no pueden prevenirse, son agresivos prácticamente el 90 por ciento debido a factores genéticos, pero son potencialmente curables si se diagnostican en forma temprana.

El especialista del Seguro Social indicó que el cáncer es la segunda causa de mortalidad en la población pediátrica entre los cinco 5 y 14 años de edad. Agregó que hay dos picos muy importantes de afectación: entre dos y 10 años son leucemias, y entre seis y 10 años tumores cerebrales, mientras que el cáncer de hueso se presenta entre los 10 y 15 años.

El doctor Enrique López Aguilar resaltó que a través de la estrategia “Tú eres magia” se brinda acompañamiento y se integra a los menores a un ambiente familiar donde se privilegia y empodera a los niños, con tratamiento médico y emocional.

Explicó que a los menores en tratamiento se les estimula con una serie de elementos como una pijama especial, un hada, un mago o un cojín de corazón para elevar su confianza, autoestima e incrementar la adherencia terapéutica.

Con este acompañamiento, el niño sabe que si tuvo quimioterapia u otro tratamiento acude por una piedra o figuras para su “Collar de Fortaleza” que va a darle puntos, y al acumular 100 o 150 tiene derecho a una visita en “La Cueva del Tesoro”, lo cual es muy importante porque sabe que cada quimioterapia, cirugía, punción lumbar o biopsia de hueso, le será reconocida por su valentía en el tratamiento.

López Aguilar recomendó a los padres la técnica del abrazo con sus hijos, porque al hacerlo tocan su cuellito y darse cuenta si tiene un ganglio inflamado, si palpan su abdomen pueden identificar si tienen una masa, o al tocar sus huesitos sentir si hay algún tumor para tener un diagnóstico y tratamiento oportuno.