Por: Jessica Ramírez/

Hace unos días una paciente me solicitó apoyo psicológico porque su padre había fallecido en la madrugada por posible Covid-19, quedé impactada porque asimilé que de ahora en adelante llegarían muchos mensajes así.

Ella narraba que días previos su padre no había presentado síntomas, en casa todo parecía ¨normal¨ no pasaban tiempo juntos y solo hablaban para lo indispensable, pero de un día para el otro, su padre mencionó que se sentía mal, por lo que acudió al hospital por un dolor en el pecho.

Pasaron las horas y se le avisó a la familia que el padre había fallecido. La noticia era impactante e inesperada para todos sus seres queridos, ya que había varios temas por resolver entre ellos los trámites de defunción.

Estamos en tiempos de pandemia por Covid-19 y desafortunadamente hay más historias parecidas de pacientes enfermos por este nuevo virus. Hoy más que nunca tenemos un recordatorio de que la muerte y la enfermedad están presentes y nos hacen enfrentarnos a una nueva realidad. Por este motivo, quisiera dedicar algunas palabras para informarles y brindarles herramientas para su salud emocional, respondiendo a las interrogantes: ¿cómo informarlo con el resto de la familia?, ¿cómo despedirse si no hay posibilidad de un funeral? y ¿cómo afrontar la muerte en estos momentos?

La muerte es un proceso natural. El duelo es una reacción emocional que se expresa con sufrimiento, tristeza o depresión, cuando perdemos la unión con una persona, objeto o evento significativo para nosotros.

Todas las personas actuamos, pensamos y sentimos de manera diferente ante un mismo evento. Se podría esperar que alguien que esté escuchando la noticia del fallecimiento de una persona importante pueda mostrar rechazo, incredulidad, negación, ira, llanto, tranquilidad o insensibilidad.

Otras reacciones esperadas pueden ser que el cuerpo disminuya o aumente el ritmo cardíaco, sentir náuseas, temblores, insomnio, fatiga, pérdida o aumento de peso, percibir que la persona sigue presente, a pesar de su fallecimiento. Todas estas son reacciones válidas, por lo cual, tenemos que mostrarnos respetuosos y evitar obligar a otros actuar y sentir de cierta manera.

De acuerdo con la autora Elisabeth Kübler Ross, existen etapas en el duelo para poder afrontarlo. Éstas son la ira, negación, negociación, depresión y aceptación. No siguen un orden específico, pero la aceptación es la última etapa.

Acerca de la negación, es un estado en donde nos encontramos incrédulos pensando ¨esto no puede suceder, es mentira, me están engañando¨. La ira es un estado en donde se siente gran molestia por lo que está sucediendo y se puede pensar ¨¿por qué?, ¡no es justo!, ¡no están haciendo lo necesario!¨. En la negociación se involucra la esperanza para posponer o retrasar la muerte, un pensamiento podría ser ¨Dios mío, si me ayudas, prometo que…¨. En el caso de la depresión hay una sensación de vacío y es posible decir ¨¡Siento que nada vale la pena y todo esto no tiene sentido!, ¡no sé cómo podré salir adelante! Finalmente llega la fase de la aceptación en donde hay una sensación de superación y hay posiblemente una reflexión de lo sucedido ¨Ha fallecido, pero de él o ella aprendí… es momento de continuar¨

¿Cuánto tiempo durará el duelo? No hay un tiempo establecido, pero un referente para saber que estamos mejor, y que estamos llevando un duelo normal, es cuando somos capaces de recordar y hablar de la persona amada sin llorar o sentirse desconcertado, se tiene la capacidad de mantener relaciones, aceptamos retos nuevos y se le dedica menos tiempo para pensar en el difunto. Sin embargo, también existe el duelo anormal (que aún no está resuelto) y tiene lugar cuando ha pasado al menos un año y el fallecimiento aún afecta de manera importante, hay sentimientos de tristeza, pérdida de apetito y de peso, además de que resulta complicado llevar nuestra vida normal.

Hasta el momento se ha hablado de manera general acerca del duelo, pero debido al Covid-19 se debe hacer notar que modificó hasta nuestra forma de llevar un duelo, porque el contacto entre amistades y familiares está prohibido, la despedida con el enfermo es imposible y muy probablemente quedaron varios temas por arreglar y hablar, además el funeral como lo conocemos no está permitido.

A pesar de estas limitaciones, existen diferentes opciones para realizar nuestra despedida, como tener presentes las fotografías del fallecido, escuchar su música, escribir cartas, poemas o textos, en donde expresemos lo que faltó por decir. Se pueden realizar reuniones vía zoom, whatsapp, skype, etc con amigos y familiares, también se puede pedir que enciendan veladoras a cierta hora e incluso se podría escribir en los perfiles de las redes sociales del fallecido. Estas son opciones temporales, porque debemos recordar que aún estamos en tiempos de pandemia y es necesario cuidar de nosotros y de otros que son importantes en nuestra vida.

El proceso del duelo, no suele ser fácil y no existe alguna manera de evitarlo, pero mientras estamos cursando este pasaje de nuestra vida, es fundamental mantener una dieta balanceada, rutinas y horarios establecidos, practicar ejercicio, ducharnos y cambiarnos de ropa, buscar alguna ocupación, encontrar motivos para vivir, tener tiempo a solas, sin aislarnos completamente, porque puede generar mayor tristeza, también hay que procurar evitar tomar fármacos y abusar de bebidas alcohólicas, porque lo único que pueden lograr es complicar nuestro duelo.

Es necesario recordar que la vida tiene retos que muchas veces nos llevan al límite, pero siempre trataremos de superar las dificultades, recordando que no estamos solos pues contamos con familia, amistades, parejas o conocidos que nos pueden apoyar incondicionalmente.

Jessica Ramírez es licenciada en Psicología, brinda terapias psicológicas individuales a niños adolescentes y adultos, también imparte talleres para reconocer y controlar emociones e identificar la violencia en pareja. Si te interesa su apoyo psicológico puedes contactarla través del correo: ramivpsic@gmail.com