Por: Araceli Isidro

Integrantes de la policía comunitaria “Por la Paz y la Justicia” de Guerrero se reunieron con funcionarios en materia de seguridad para llegar a un acuerdo sobre sus acciones y la entrega de los implicados en un homicidio cometido en 2016.

Cuatro elementos de la policía comunitaria “Por la Paz y la Justicia” son acusados de un homicidio ocurrido en 2016 y de su supuesto vínculo con el  grupo delictivo “Los Ardillos”.

El viernes en un operativo militares y policías intentaron encontrar a los responsables de los hechos mencionados, pero los pobladores de Tlaltempanapa, donde operan, lo impidieron.

En la reunión estuvieron presentes efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Secretaría General de Gobierno y personal del Ministerio Público y la Policía Investigadora Ministerial de la entidad

Los funcionarios y los comunitarios acordaron que “el ejército mexicano y las corporaciones estatales, SSP y Fiscalía General, se harán cargo de las funciones de seguridad en la zona, para restablecer el Estado de Derecho”.

De acuerdo con un comunicado de Roberto Álvarez Heredia, vocero de seguridad del estado, la policía comunitaria aceptó no inmiscuirse en las acciones  del ejército y “Tranquilino Palatzin Tranquero, líder de los comunitarios, se comprometió a entregar a los cuatro presuntos responsables del asesinato”.

Será a partir del miércoles cuando el ejército mexicano se establezca en “dos puestos de control en la entrada principal y salida de la población, desde donde coordinará operaciones de vigilancia y reconocimiento”.