Por: Redacción/

Ante la crisis por escasez de agua en las zonas urbanas como Ciudad de México, Jalisco y Monterrey, el Departamento de Irrigación de la Universidad Autónoma Chapingo que dirige, el Profesor-Investigador, Rafael Sánchez Bravo, propuso al Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, impulsar una política de Estado para hacer obligatorio, en las nuevas construcciones habitacionales y comerciales, la captación de agua de lluvia que vaya directo a los acuíferos así como la separación de aguas negras y grises.

Garantizó que de hacer obligatorio el reciclaje de aguas grises y negras para su proceso de transformación o aprovechamiento para que puedan ser nuevamente utilizadas es benéfico para el medio ambiente pero más lo será la instalación de infraestructura de captación de agua en construcciones viejas y nuevas así como en vialidades de las grandes ciudades ya que, como en el caso de la Ciudad de México, se podría reducir la extracción del vital líquido del subsuelo y con ello se abatiría el hundimiento anual de la capital del país.

En el marco de la exposición a productores rurales y urbanos de las opciones que ofrece el Laboratorio de Tecnologías Hídricas Innovadoras de la Universidad Autónoma Chapingo para la cosecha y conservación del agua, su reciclaje para uso doméstico, agrícola y piscícola, el especialista comentó que actualmente las ciudades están diseñadas de tal manera que toda el agua que se capta en los techos y en los pisos se va al drenaje.

Por ello, insistió, urge una “política pública inmediata. Primero para que el agua pluvial no se vaya al drenaje y segundo, contar con un drenaje para conducirla hacia la recarga a los acuíferos”.

Me refiero, dijo, al Valle de la Ciudad de México que tiene espacios como Texcoco donde se podrían recargar en los acuíferos que abastecen a la CDMX.

Además, comentó, el agua que usamos para uso doméstico la tenemos que separar necesariamente, las aguas grises de las aguas negras, “porque las aguas grises son fáciles de utilizar en prácticas agrícolas, son fáciles de limpiar mientras que las aguas negras representan un riesgo y demandan un tratamiento especial.

Por ello, insistió en que es urgente” que a partir de ya, los gobiernos obliguen a las empresas inmobiliarias que en sus nuevas construcciones se separen las aguas grises de las aguas negras en su drenaje así como las aguas pluviales”.

Rafael Sánchez Bravo, Director del Departamento de Irrigación de la Universidad Autónoma Chapingo aseguró con lo anterior “veríamos un beneficio, una disminución en el agotamiento de los acuíferos de las áreas urbanas ya que, a largo plazo, es más barato usar tecnologías de este tipo que mezclar agua limpia con agua sucia y luego pretender tratarla.

Indicó que el costo, si se mide a nivel de una familia, puede resultar alto por adquirir un módulo de captación de agua de lluvia en una zona urbana, sin embargo es una realidad que al Estado le resulta imposible proveerle de agua los 365 días del año y la familia termina de todos modos comprando el agua sin darse cuenta el monto que eroga constantemente.

Así que, dijo el Profesor-Investigador de la UACh, para el Estado aplicar una política de esta naturaleza monetariamente hablando podría ser alta en un inicio pero, en un corto plazo de 5 a 10 años, el beneficio es muy alto toda vez que con un módulo de captación de agua de lluvia por familia seria como becarlos por unos tres años pero esa inversión durará 30 o 40 años.

Es decir que si cada casa tuviera, en tiempo de lluvias, cosecha de agua de lluvia para atender sus necesidades domésticas e higiene, dejarían de abatirse los acuíferos de la CDMX, Jalisco y Monterrey pues cada metro que se abate implica mucho dinero para extraer el agua, inducirla y llevarla a las casas.

Para tener una idea de qué tamaño sería el beneficio de captar el agua de lluvia es que en una cisterna de 12 mil litros para una familia de seis integrantes le implicaría al acuífero por lo menos 6 meses sin extracción considerando que el consumo de agua por persona es de 200 litros.

Agregó que ello “daría independencia a las familias, el uso y consumo del agua dejaría de estar sujeta a la buena relación con el gobernante en turno, con el partido o con la organización”.

También, agregó, está el reutilizar las aguas grises considerando que de acuerdo a estimaciones en no más de cinco años en las zonas urbanas aumentarán las azoteas verdes con agricultura al aire libre, con agricultura en maceta para producir alimentos y no para producir especies de ornato.