Por: Redacción/

El Comité Científico Asesor del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) para el volcán Popocatépetl, integrado por especialistas de la UNAM y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), recibió una mención honorífica en el Premio Nacional de Protección Civil 2019, en el rubro de Prevención, que otorga el Gobierno de México.

El consejo, integrado por Servando de la Cruz, Hugo Delgado Granados, María Aurora Armienta, Carlos Valdés, Iouri Taran, Ángel Gómez y Ana Lillian Martín del Pozzo, fue galardonado por el monitoreo volcánico del “cerro que humea”.

“México ha estado y está resguardado con un sólido comité sobre el Popocatépetl. Nos reunimos y discutimos sobre los resultados que obtenemos del monitoreo y de las evaluaciones de sus diferentes parámetros”, afirmó Martín del Pozzo, integrante del comité y del Instituto de Geofísica (IGf) de esta casa de estudios.

Este grupo, recordó la investigadora, se formó desde diciembre de 1994, cuando se incrementó la actividad del volcán, y para hacer y actualizar el “Mapa de Peligros del Popocatépetl” no sólo se tomó en cuenta el monitoreo actual, también la actividad histórica.

“Vemos en microscopio las cenizas y las interpretamos, se revisa la sismicidad que se monitorea con el CENAPRED, y verificamos algunos parámetros magnéticos y los resultados de la emisión de gases. Con esta información evaluamos el comportamiento del volcán para hacer un pronóstico, recomendaciones específicas y para platicarlo con las autoridades”, explicó.

Nuestras opiniones se basan en estricto conocimiento científico y permiten a las autoridades y población saber qué hacer, resaltó.

“Don Goyo”

“El Popocatépetl es el volcán de más alto riesgo porque está circundado por una población muy grande, en el centro económico y político de nuestro país; además, por el tipo de actividad volcánica que tiene. Por ello, los comités científicos son recomendables, pues emiten opiniones basadas en los resultados de las investigaciones y el conocimiento que se tiene desde hace muchos años”, subrayó Ana Lillian.

La distinción es por la prevención realizada y por la elaboración del “Mapa de Peligros”, pero sin duda, por evaluar todos estos años (desde 1994) el estado del coloso.

“Es un volcán activo y tenemos que estar al pendiente, pues el principal peligro es que hay gente que se ha acercado de manera irresponsable al cráter; además, la ceniza puede afectar ojos y vías respiratorias. Finalmente, el tercer fenómeno, que actualmente es muy común, son los lahares, flujos de agua y sedimentos volcánicos que pueden bajar por las barrancas en la zona sur del Popo; son materiales erosivos que se han presentado en 1997, 2001, 2004 y 2017”, concluyó.