Por: Redacción

Mediante el diálogo entre la Jefa Delegacional en Iztapalapa, Dione Anguiano Flores, y vecinos de la Unidad Habitacional Vicente Guerrero, afectados por las lluvias de la semana pasada, se logró reabrir el Periférico Oriente, vialidad que permaneció cerrada durante varias horas por los colonos que reclamaban el apoyo para sufragar las pertenencias que perdieron durante las inundaciones.

A la llegada de Anguiano Flores, los vecinos aseguraron que no fueron incluidos en el censo de afectados concluido durante el fin de semana y que también perdieron mobiliario diverso. Ante ello, la titular del gobierno iztapalapense decidió abrir una nueva relación en la que fueron incluidos. Una vez acordado que las pérdidas les serán cubiertas, los afectados aceptaron abrir el Periférico Oriente, a la altura de Combate de Celaya, en la Unidad Habitacional Vicente Guerrero, a las 17:15 horas y organizarse para realizar el procedimiento para que reciban el apoyo para reponer sus muebles,

Dione Anguiano explicó a la gente que al igual que el resto de los afectados, acudirán valuadores de la Oficialía Mayor del Gobierno de la Ciudad de México y personal de la Delegación Iztapalapa acudirán a cada una de las viviendas para supervisar y confirmar los daños reportados.

Agregó que la entrega de apoyos es por cada casa, independientemente de las familias que habiten en ella, por lo que una vez corroboradas las pérdidas se determinará la cantidad que corresponda entregar como apoyo, se les dirá en que momento se les entregará la orden de pago, así como el sitio, fecha y hora en que podrán cambiarla por el cheque correspondiente.

La Jefa Delegacional dialogó por casi una hora con los colonos que tenían bloqueado el Periférico, lapso en el que escuchó sus reclamos, dudas y propuestas relacionadas con la inundación registrada en la madrugada del jueves pasado, así como los trabajos que lleva a cabo su administración para prevenir que este tipo de problemas se registren o al menos sean menos severos que en años anteriores.

Una vez resueltas sus inquietudes, los colonos reabrieron la vialidad y comenzaron a proporcionar sus datos para incorporarse al censo de damnificados.