Por: Redacción

A fin de desahogar los penales capitalinos, erradicar su sobrepoblación e impulsar una verdadera readaptación social, donde encarcelen sólo a quienes representan un verdadero peligro social, Luciano Jimeno Huanosta, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa, propuso la Ley de Amnistía para quienes cometen delitos patrimoniales de cuantía menor.

Con esa figura, precisó Jimeno Huanosta, ante legisladores de cuatro fracciones parlamentarias que apoyaron la iniciativa (PRD, Encuentro Social, PVEM, y Coalición PT, NA y Humanista) se podría beneficiar a más de nueve mil reos que cometieron delitos menores y hasta por “hambre”.

Quienes hurtan comida, subrayó, no tienen ni siquiera para pagar una fianza ni una defensa adecuada, los encierran y pasan hasta diez años conviviendo en las “universidades del crimen” y con reos peligrosos.

El también vicepresidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia de ese órgano legislativo, explicó que el robo por necesidad alimenticia o famélica, lleva a considerar necesario una iniciativa legislativa de largo aliento y con fuerte dosis de humanismo.

El diputado local indicó que hay información que revela que los denunciantes de dichos presos, son hasta en 90 por ciento de los casos, los apoderados legales de tiendas de autoservicio y departamentales.

Anualmente, manifestó, los penales de la ciudad de México, por encima de los que hay en la entidad mexiquense, tienen el mayor número de reos que ingresaron clasificados por otros robos, es decir, una cuarta parte son por cuantía menor, incluso por montos de dos mil pesos.

Precisó que el análisis en los reclusorios capitalinos, comprobó que hay presos por delitos menores, que no tienen ni para una fianza de cinco mil pesos que los dejaría en inmediata libertad.

Esto, subrayó, es un claro indicador de qué tan preventiva y humana son nuestras políticas de rehabilitación del sistema penitenciario cuando confinan en el mismo lugar, y se trata por igual, a reos de probada peligrosidad, con los que roban una charola de carne, un yogurth o un pan.

Son válidas y necesarias las amnistías de carácter social, es una figura probada en Veracruz en favor de campesinos, ejidatarios, comuneros, colonos agrícolas y jornaleros, que fueron acusados por despojo, daños y robo de frutos.

Jimeno Huanosta, insistió que en una ciudad de avanzada no puede ni debe considerarse como delincuentes peligrosos a quienes por circunstancias económicas se involucran en un robo menor.

Finalmente alertó que también hay que romper con el círculo vicioso, de un sistema precario de readaptación social sin salida, y donde los hijos de quienes están presos, independientemente de delitos graves o no, son víctimas de discriminación social.