Por: Redacción/

Una estrategia que comprende la posesión colectiva de la economía, la separación de la iniciativa privada y bancaria, y la creación de un sistema de finanzas populares generador de un mecanismo asociativo para impulsar un proyecto transformador que oriente a la gente plantea el doctor Armando Rendón Corona.

El académico de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) aborda en su libro Un proyecto de economía y democracia comunitarias para Guerrero un panorama de la economía agropecuaria en 22 municipios de la Costa Chica y la Montaña de Guerrero.

La obra reúne dimensiones para la construcción de un modelo comunitario y describe aspectos del sistema político, perfilando un esquema de democracia nutrido en todo momento de estadísticas e información histórica y sociopolítica.

El profesor del Departamento de Sociología el proceso de despojo sufrido desde hace décadas por la suspensión del reparto agrario y la propiedad colectiva ejidal que orilló a vender la tierra a precios efímeros para ser concesionada a compañías petroleras, eléctricas y mineras.

Además plantea el debate sobre la vía campesina, una posición que preserva un modo de vida social a la defensiva, mediante un orden social alternativo y el análisis de las posibilidades de desarrollo bajo una vía de emancipación que promueve la economía comunitaria, relacionada con tres conceptos: el desarrollo local, la economía no mercantil y la comunidad.

El primero de ellos resulta de acciones coordinadas por un plan organizativo descentralizado, autosostenido y con metas progresivas para el corto y el mediano plazos, en beneficio de la localidad.

El segundo rechaza el modelo de propiedad privada de tipo capitalista pese a coexistir en las localidades cercanas, además no persigue la ganancia sino el beneficio de las colectividades e introduce la racionalidad colectivista de la producción y el consumo, corrigiendo la desintegración y la vulnerabilidad de la pequeña economía, pues en todo momento busca revertir la decadencia ocasionada por el neoliberalismo.

La propuesta del doctor Rendón Corona también plantea el consumo socialmente organizado como parte del intercambio directo entre productor y consumidor, con lo cual evita enfrentar de manera individual al mercado, denominándose “mercado social” a esa red de intercambio de asociación a asociación o bien de persona a persona.

Esta economía también rompe la división tajante de la especialización y el mito de la segmentación geoespacial del trabajo, haciendo que el agricultor aproveche sus capacidades e integre su manufactura, y que en las ciudades se promueva el huerto y los jardines verticales.

En cuanto a la construcción de una democracia comunitaria y municipal el autor recuerda que esa entidad ha vivido por más de 50 años bajo el régimen del PRI, quienes han empleado el clientelismo, la cooptación y la violencia como mecanismo de dominio.

Para contrarrestar sus políticas es impulsada la democracia municipal en la que la comunidad controla a las autoridades institucionales y cívicas, mientras que los consejos de gobierno tendrían la capacidad de controlar la administración local, porque su fuerza no radica en sus órganos directivos sino en la participación de las colectividades.

La democracia comunitaria es una alternativa a la tendencia a separar el interés público del poder público, es una fuerza transformadora que requiere una estructura de participación, que aspira a reunir la voluntad y la acción de la mayoría de los pueblos.

El doctor Rendón Corona recuerda que de igual forma la producción de alimentos está controlada por las transnacionales que han propiciado la compra de grandes extensiones de tierra para monocultivo, el control monopolista de agroquímicos y la fabricación de organismos genéticamente modificados, perdiéndose con ello la autosuficiencia alimentaria y la soberanía.

Además señala que desencadenar un proceso de construcción de economía solidaria significa todo un reto que compromete la sabiduría, el método y la voluntad en una lucha que adopte una planificación regional que atienda al mismo tiempo los apremios inmediatos, pero con una visión a largo plazo.