Por: Redacción

Preservar la biodiversidad genética del maíz en México y prohibir la siembra, venta, consumo, uso experimental y comercial, importación y exportación del grano genéticamente modificado, propuso el diputado Virgilio Caballero Pedraza (Morena).

En iniciativa presentada ante la Comisión Permanente, para modificar los artículos 2, fracción XI, y 4 de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, el legislador argumentó que se enfrenta un peligro de magnitud histórica, en el que México debería ser el último país en admitir la siembra de maíz transgénico.

“De no hacerlo corremos el riesgo de perder para siempre la diversidad del cereal que ha marcado la cultura milenaria de nuestros pueblos”, pues es el alimento básico de México con más de 60 especies nativas, además del daño que ello implicaría para la salud de los consumidores.

No debe permitirse que las grandes empresas sobrepasen el derecho de las comunidades indígenas de intercambiar libremente su material genético, el cual sustenta la conservación de la biodiversidad y de su permanente diversificación cultural, sin la intromisión de corporaciones multinacionales.

La modificación al artículo 4, propone que “los productores, consumidores y autoridades mexicanas estén autorizados a destruir las plantaciones de cultivos de maíz en los que se encuentre algún tipo de organismo genéticamente modificado (OGMs)”.

Establece que se “deberá garantizar la protección del libre intercambio de semillas como elemento de conservación y participación de la biodiversidad cultivada. En el caso particular del maíz, por ser México el reservorio genético principal para este cereal, toda el área geográfica del país es declarada por esta Ley, libre de OGMs”.

Caballero Pedraza comentó que los permisos otorgados por México entre 2009 y 2011 han contaminado el grano, cuando es el país originario del cereal, además de ser un centro importante de producción y poseedor de la mayoría de las especies de maíz en el mundo.

Otro factor del flujo de transgenes hacia los maíces nativos es la importación de granos de maíz transgénico para alimentar ganado, así como para el proceso de la industria de alimentos, sin asegurarse de su inviabilidad como semillas.

El legislador sostuvo que el debate en torno a los transgénicos continúa en el mundo; sin embargo nuestro país debe ser particularmente cauteloso en relación con el maíz, porque es el principal reservorio genético de este cereal fundamental para la humanidad.

Indicó que más del 50 por ciento de la dieta de los mexicanos proviene del consumo directo del maíz, ingrediente en más de 600 platillos y bebidas de la cocina tradicional mexicana, considerada por la UNESCO como patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad.

También se ponen en riesgo procedimientos de preparación culinaria como la nixtamalización (descascarillado del maíz con agua de cal para aumentar su valor nutritivo), reconocido no sólo como método de preparación sino como actividades agrarias y la siembra del grano básico.