• Mauricio Rodríguez dejó en claro que las vacunas sirven para prevenir, no para curar la COVID-19, toda vez que estimulan el sistema inmune al generar defensas “para cuando te encuentras en la vida real con el microorganismo”.

Por: Redacción/

Ante la llegada paulatina de la vacuna contra el virus SARS-CoV-2 debemos mantener las medidas sanitarias para prevenir y romper la cadena de contagios, aseveró Mauricio Rodríguez Álvarez, vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia por Coronavirus de la UNAM.

La actividad de la epidemia continúa en el Valle de México y en varios estados del país, por lo que “debemos seguirnos cuidando y estar pendientes de cuándo y cómo nos tocaría la vacuna durante 2021”, añadió.

Rodríguez Álvarez indicó que ante esta situación es necesario interrumpir las cadenas de contagio, a fin de reducir los casos durante enero y febrero.

Para evitar la propagación de la COVID-19, recomendó: continuar con el uso de cubrebocas, lavarse las manos con frecuencia, utilizar desinfectante de manos a base de alcohol, mantener la sana distancia e identificar rápidamente a los enfermos para evitar complicaciones de salud.

El también académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM consideró que probablemente en el primer trimestre de 2021 habrá más vacunas aprobadas y podrá materializarse su abasto.

Mauricio Rodríguez dejó en claro que las vacunas sirven para prevenir, no para curar la COVID-19, toda vez que estimulan el sistema inmune al generar defensas “para cuando te encuentras en la vida real con el microorganismo”.

Comentó además que el riesgo de contagio no desaparecerá mientras más casos haya, por lo que es necesario aprender a hacer una administración de riesgo. Es decir, si se requiere salir de casa a realizar alguna actividad importante, se deben tomar acciones para que esa diligencia no sea riesgosa.

Sabemos que el riesgo de contagio está presente al convivir con personas de otras casas, permanecer en sitios mal ventilados, perder la sana distancia, no usar cubrebocas y tampoco lavarse las manos con frecuencia. “Entonces, ya sabemos qué debemos hacer para evitar esos riesgos, administrarlos para evitar esas situaciones”.

Al concluir, Rodríguez Álvarez acotó que la vacunación es voluntaria y la vacuna es segura, efectiva y de calidad, precisamente por eso se realizaron los estudios clínicos necesarios para demostrarlo.