Por: Redacción/

El gobierno de la Ciudad carece de un protocolo de actuación ante marchas y plantones lo cual quedó nuevamente en evidencia con la masiva manifestación que se realizó ayer por parte de taxitas, misma que colapsó la capital por más 12 horas, señaló la dirigencia colegiada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Ciudad de México.

Resulta increíble que solamente el 0.4 por ciento de este sector del transporte público hayan colapsado la Ciudad y que no se haya podido hacer nada para evitar de manera oportuna el caos que afectó a miles de personas.

“A pesar de que el gobierno de la Ciudad y a nivel federal conocían con anticipación que el Movimiento Nacional de Taxistas (MNT) realizaría una manifestación multitudinaria que afectaría -principalmente- la capital del país dejaron que la Ciudad se desquiciara, sin mostrar el mínimo oficio político por resolver la situación”, refirieron.

En ese sentido el PRD demandó al gobierno de la Ciudad presentar urgentemente un protocolo general para la atención y contención de marchas y/o plantones, que signifique mayor presencia y control de la autoridad, que al momento no se ha tenido en ninguna de las manifestaciones.

El pasado 3 de junio más de mil 450 unidades de taxis y autobuses, así como más de 2 mil 500 conductores se manifestaron generando caos por más de 6 horas en las principales vialidades de la Ciudad, ante lo cual el gobierno local quedó pasmado sin saber cómo actuar.

La dirigencia conminó a las autoridades competentes, particularmente al titular de la Secretaría de Movilidad (Semovi), Andrés Lajous Loaeza a eliminar la soberbia política que le impiden crear los canales de diálogo pertinentes con las organizaciones sociales y empresas.

“Ya es tiempo que la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum realice una evaluación del trabajo del titular de Semovi, ya que todo el tiempo son pleitos y confrontaciones, lo cual pone riesgo la paz y la seguridad de los millones de personas que habitan la Ciudad, como sucedió ayer”, afirmaron.

Esto demuestra un claro ejemplo de la ingobernabilidad en la que se está hundiendo la capital, por la falta de un protocolo de atención y la carencia de criterio político de las autoridades para solucionar conflictos y hacer valer los derechos de todos ciudadanos sin que se atropellen los de otras personas.