Por: Mugs Redacción

El Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC) –registrado como una Unidad de Manejo Ambiental (UMA)– es el único espacio a nivel mundial dedicado a la producción masiva de crías –juveniles y adultos– del Ambystoma mexicanum o ajolote, con fines de conservación y liberación en áreas controladas.

En entrevista el biólogo Fernando Arana Magallón, responsable desde 2004 del Centro, señaló que este espacio –dependiente de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)– comenzó a operar en 1994, entonces a cargo de la doctora Virginia Graue Wiechers.

El CIBAC se ha dedicado a la conservación del Ambystoma mexicanum –especie endémica del centro de México en peligro de extinción– con el propósito de producirlo en grandes cantidades mediante tecnología especializada que evite su desaparición.

El Centro está ubicado en el Área Natural Protegida Ejidos de Xochimilco y San Gregorio Atlapulco, en la Delegación Xochimilco de la ciudad de México, cuya calidad del agua y ambiente resultan propicios para la propagación del ajolote.
Esta labor es apoyada ampliamente por grupos de chinamperos, quienes son capacitados para el manejo y el aprovechamiento del ajolote.

Por su importancia, el CIBC es visitado por alumnos e investigadores de diversas universidades mexicanas y extranjeras para trabajar en el sitio, así como para solicitar huevecillos, ejemplares juveniles y adultos de ajolote útiles en la realización de estudios en medicina regenerativa.

Por ser un organismo primitivo, el ajolote posee la capacidad especial de recuperar completamente partes del cuerpo –extremidades amputadas o tejidos nerviosos lesionados– algo que podría servir en el futuro a seres humanos para el trasplante de órganos o recuperación de tejidos nerviosos. Esto determina la relevancia de conservar una especie que si desapareciera, se perdería la oportunidad de continuar el trabajo de investigación sobre el tema.

En los últimos 15 años, la población silvestre de ajolotes se ha visto reducida drásticamente y por tal motivo el CIBAC emprendió una serie de liberaciones para contribuir a la conservación del Ambystoma mexicanum. Como resultado de ese esfuerzo el Centro genera entre 3,000 y 5,000 individuos cada año.

“La liberación más importante fue realizada en 2013 con 2,800 organismos que se introdujeron en el Lago de Conservación de San Gregorio Atlapulco dentro de un esquema controlado y autorizado por dependencias gubernamentales, entre ellas la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales”, con resultados satisfactorios.

“Después de seis meses de haber hecho aquellas liberaciones se consiguió la captura de varios ejemplares hallados en perfecto estado; muchos fueron llevados a cautiverio para reproducirse. Esto significa que los organismos liberados que lograron sobrevivir se encuentran en reproducción y a pesar de los peligros que enfrentan se considera un adecuado porcentaje de sobrevivencia”.

Hay una elevada demanda de ajolote en México y a nivel internacional, por lo que existe captura y venta clandestina, aun cuando la Semarnat impulsa la preservación con la creación de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre y de Predios Intensivos de Manejo de la Vida Silvestre.

“La intención es legalizar su aprovechamiento en beneficio de los campesinos de la zona chinampera, por ser herederos de esta tradición, pues tanto en Europa como en Estados Unidos sus crías son vendidas a muy alto costo”, subrayó Arana Magallón.

Desde hace muchos años el Ambystoma mexicanum ha sido extraído por investigadores extranjeros, quienes han establecido colonias de ajolotes en Estados Unidos y Alemania, incluso ha adquirido gran demanda en el mercado negro de México y otros países.

Una de las causas de la disminución de la población natural del ajolote es que en México se enfrentan problemas de contaminación grave por la introducción de aguas residuales a esas áreas, así como por la merma constante del medio natural que de los grandes lagos de épocas prehispánicas sólo quedan vestigios localizados en una serie de canales de la zona lacustre de Xochimilco, Tláhuac, Chalco y Mixquic.

El profesor-investigador de la UAM dijo que fueron incorporadas especies exóticas –carpas y tilapias– dominantes en los canales y las cuales desplazan a todas las demás poblaciones, incluyendo al ajolote.

El CIBAC recibe a jóvenes dedicados al estudio del ajolote, tanto universitarios de la UAM como de otras instituciones y atiende a grupos de diferentes instituciones académicas y niveles escolares dentro de la línea de educación ambiental.

“El Centro posee un área de agronomía, un jardín con plantas medicinales, un mariposario; mantiene colonias de peces endémicas de la región, entre ellas el mexcalpique y el aterínido, e impulsa un programa de educación medioambiental con grupos escolares de primaria, secundaria y preparatoria”, finalizó Arana Magallón.