Por: Por María Manuela de la Rosa A./

Este 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer. Lamentablemente se asocia, no sin razón, con manifestaciones violentas y actividades vandálicas. Pero las mujeres valiosas abundan: en la ciencia, las artes, la cultura, en la política, como jefes de Estado y de gobierno, reinas, princesas, heroínas inolvidables, pioneras en muchos ámbitos. Lo mismo que el hombre, la mujer ha contribuido de manera muy activa al desarrollo de la humanidad.

Y qué decir de su incursión como guerreras, comandando ejércitos y ganando guerras, distinguiéndose como líderes militares. Pues no es en estos tiempos que  comenzaron a  estar en las fuerzas armadas.

No es casual que Atenea, a quien se debe el nombre de Atenas, sea  la diosa griega de la guerra,  la civilización, la sabiduría, la estrategia y de la justicia, por si fuera poco.

La mitología griega también habla de las amazonas, esas guerreras que combatieron con los griegos y que poseían el arte del manejo de las armas, del arco y la flecha, eran combatientes muy hábiles. Muchas mujeres destacaron como guerreras y fueron mencionadas por Homero, Virgilio y Diódoro. Está  Otrerfa, esposa de Ades y madre Hipólita y Pentesilea, está también Telestri, que tuvo encuentros amorosos con Alejandro Magno; Esmirna, que fundó la ciudad de Éfeso. Y basada en estas historias, surgió la Mujer Maravilla, serie televisiva de los años setentas, que se ha retomado recientemente para  la pantalla grande con gran éxito.

Son muchas las mujeres que se han destacado como guerreras a lo largo de la historia. Y sólo mencionaremos algunas cuya historia prevalece, muchas veces como leyenda:

Fu Hao,  en el año 1200 antes de Cristo, general de la dinastía Shang. Fue esposa del emperador Wu Ding, y  dirigió ejércitos y participó como comandante en varias  campañas aol kmando de máes de 13,000  soldados. También actuó como suma sacerdotisa en ritos de adivinación. Combatió contra los bárbaros del otro lado de la frontera y derrotó a los jiang, principales enemigos de su esposo. También luchó contra los tu y los yi, a los que venció. La historia militar china destaca su victoria ante la tribu de los ba, que destaca como un ejemplo de estrategia..

Está también Artemisa,hija del rey de Halicarnaso. Apoyó al rey persa Jerjes en su intento de conquista de Grecia durante la segunda guerra médica (480-479 a.C.) y contribuyó a la flota persa con cinco naves, de las que estuvo al mando como general, y participó en la batalla de Salamina. Su valor como estratega le ganó la admiración del Gran Rey persa, a quien proporcionaba olas estrategias en  las batallas.

Rodoguna de Partia, que  fue hija del rey parto Mitríades I (171-138 a.C.) y hermana de Fraates II. En una ocasión quedó a cargo de una parte del Imperio cuando estalló una rebelión, llamó a los generales y ella misma se puso al frente de las tropas, combatiendo en primera línea, logró conseguir la victoria.

Las hermanas Trung Nhi y Trung Trac, alrededor del año 40 antes de Cristo, vivieron el periodo de mil años en el que Vietnam permaneció bajo el dominio del Imperio Chino,sufriendo los abusos y la mano de hierro bajo la que sufrieron sus compatriotas. Las dos se armaron y lograron derrotar a una unidad china local. Esto inspiró a los vietnamitas a seguir su liderazgo y, entonces, las hermanas Trung lograron hacerse con un ejército de aproximadamente 80 mil individuos, delegando las posiciones más altas del comando a las mujeres de su confianza. Las fuerzas civiles no solamente lograron expulsar a los chinos, sino que también fueron elegidas como reinas. Aunque luego los chinos armaron un ejército gigantesco para derrotarlas.

Boudica, la reina de los icenos, alrededor del año 60, en el Siglol  I, levantó un ejército de más de 60.000 hombres contra las legiones romanas que ocupaban Britania y que la habían sometido a ella y a sus hijas a una terrible humillación tras la muerte de su esposo, el rey Prasutago. Boudica en persona se puso al frente de sus tropas y las de los trinovantes, que se unieron a ella.

Zhao de Pingyang, hija de Li Yuan, el emperador que fundó la dinastía Tang, por el año 600, en el siglo VII. Mientras era gobernador, Li Yuan inició una revuelta contra el emperador Yang, de la dinastía Sui. Su hija Pingyang, de apenas veinte reunió un ejército para apoyar la rebelión de su padre. Miles de hombres se unieron a ellos, y la joven llegó a comandar un ejército de hasta 70.000 soldados, logrando numerosas victorias gracias a su valentía y a sus conocimientos de estrategia militar. Ella y su ejército hicieron huir al ejército imperial. Al convertirse en emperador, su padre hizo un reconocimiento a su hija  con un gran desfile militar en su honor, además de otorgarle el título honorífico de zhao y de princesa.

Juana de Arco, la “doncella de Orleans”, hoy ya reconocida como Santa,  por ispiración divina fue enviada para liderar a los ejércitos franceses contra Inglaterra durante la guerra de los Cien Años. En 1429, el rey de Francia Carlos VII aceptó  que fuera la frente de un ejército de cinco mil hombres durante el asedio de Orleans, que se saldó con una gran victoria sobre los ingleses. Tras varios triunfos más, Juana fue hecha prisionera en Compiegne el 24 de mayo de 1430 por el duque de Borgoña. Llevada a Ruán, fue acusada de brujería por un tribunal eclesiástico y condenada a morir en la hoguera el 30 de mayo de 1431, con tan sólo 19 años. Años después fue reivindicada y se reconoció su patriotismo.

Boudica, esposa del rey de los icenos (hoy Gran Bretaña), en el siglo I. Cuando su esposo murió en batalla, por designio de su esposo, debía gobernar conjuntamente con sus hijas y  Roma, pero los romanos pasaron por alto los deseos del rey y tomaron el control total, azotando a la reina y ultrajando a las adolescentes. Indignada, Boudica lideró una rebelión contra las fuerzas de ocupación del Imperio Romano. Bajo sus órdenes, el ejército popular se hizo de varias victorias contra Roma y llegó a destruir completamente la ciudad de Camulodunum (actual Colchester). Los informes romanos afirman que las fuerzas británicas no tomaban prisioneros, ejecutando a cualquier persona que encontraban en su camino. Hoy  Boudica es un símbolo y su estatua vigila la ciudad que ella misma destruyó.

Zenobia,  a cargo del gobierno del Imperio de Palmira desde el año 250 hasta el 275, Septimia Bathzabbai Zainib lideró a sus ejércitos montada en un caballo y portando una armadura completa para derrotar a las legiones romanas bajo el reinado de Quintilo. Su victoria fue tan decisiva que sus enemigos tuvieron que emprender la retirada en buena parte de Asia Menor, mientras Arabia, Armenia y Persia se convertían en sus aliados cuando ella se declaró reina de Egipto por derecho ancestral.

Tomoe Gozen, que vivió por el año1180, es considerada la samurái femenina más famosa de la historia. Sus acciones en  la guerra de Genpei le valieron una posición esencial en la defensa de la causa japonesa. Su habilidad con espadas y arcos era considerada legendaria y algunos cuentos llegan a afirmar que era capaz de montar caballos salvajes mientras descendía por los desfiladeros.

Tamar de Georgia (siglos XII y XIII), hija del rey Jorge III de Georgia. Tenía tanta inteligencia que su padre la reconoció como regente adjunta y heredera legitima de su gobierno. Al llegar al trono, suprimió la oposición de los aristócratas contra una mujer en el poder y se declaró rey de Georgia, abandonando el título de reina por transmitir una imagen de menor poder.

Al paso del tiempo, ella derrotó a casi todos los estados islámicos vecinos y su reputación creció hasta que su pueblo la consideró como el “rey de reyes y reina de reinas”. Tamar participaba activamente como comandante militar de su ejército y llevó a la cumbre del poder político, económico y cultural. Protegió a sus súbditos comunes contra el abuso de la nobleza.

María Pita, vivió alrededor de 1581, fue una mujer coruñesa.

Se enfrentó a las tropas británicas que querían conquistar la ciudad. Tras presenciar la muerte de su marido en el asedio, llena de rabia, y al grito de “quien tenga honra que me siga”, lideró el contraataque hasta que los ingleses, al mando del corsario sir Francis Drake, se retiraron de la ciudad y pusieron rumbo a Lisboa. Felipe II  le reconoció su valor y le concedió una pensión y le dio el título de “soldado aventajado”.

Mochizuki Chiyome, siglo XVI, esposa del samurái Mochizuki Nobumasa. Cuando se enteró que su esposo había muerto en combate, el soberano le dio una misión especial: reclutar y entrenar una red secreta de kunoichi (mujeres ninja), que actuaban como agentes secretas. Poco tiempo después, se cree que esta red clandestina llegó a contar con el servicio de entre 300 y 400 ninjas.

Agustina de Aragón, joven esposa de un cabo de artillería, en junio de 1808, durante el primer sitio de Zaragoza,  durante la invasión napoleónica, luego de haber caído los defensores de la puerta del Portillo, cuando las tropas francesas se prepararon para tomarla al asalto, Agustina tomó la mecha de manos de un artillero herido y logró disparar un cañón sobre los franceses, que se batieron en retirada. La leyenda cuenta que, enterado el general Palafox de tal hazaña, admitió a Agustina en el cuerpo de artilleros.

Rani Lakshmibai,  (siglo XIX), considerada  la Juana de Arco india, acabó con los británicos y su  Compañía Británica de las Indias Orientales. Ella fue instruida por su padre para combatir usando hachas, espadas y hasta caballos entrenados para saltar sobre el fuego. Liderando una serie de rebeliones despiadadas, defendió su territorio con toda la fuerza hasta que la mataron con poco más de 20 años de edad, convirtiéndose en una mártir para el movimiento de independencia de la India.

Nakano Takeko, nacida en Edo (Tokio) en 1847, era hija del oficial Nakano Genai. Aprendió arte, literatura y artes marciales  y se convirtió en una gran guerrera samurái. Cuando estalló la guerra civil entre el shogunato Tokugawa, al que ella servía, y las tropas imperiales, se puso al frente de un grupo de mujeres samuráis a las que ella había entrando personalmente.

Y sólo hablamos de una cuantas líderes militares, porque guerreras también lo son en las ciencias, la artes, la política, etc. Y lo importante no es que se distingan de los hombres, sino que ambos se unan para hacer de este un mundo mejor, sin confrontaciones, que sólo dividen negando la singular naturaleza de una y otro.

¡Feliz día de la humanidad!

Aunque no sea políticamente aceptable, porque reditúa más la división.