Por: Redacción

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), coordinan esfuerzos para determinar las probables causas de mortandad en 322 ejemplares de tortugas marinas, encontrados en playas del estado de Guerrero.

Los animales muertos fueron encontrados en diferentes grados de descomposición entre la última semana de enero y la primera de febrero del presente año, como resultado de una serie de recorridos de inspección y vigilancia a lo largo 20 kilómetros de costa, por autoridades ambientales federales, estatales y de protección civil.

Con la participación de autoridades ambientales y protección civil así como instituciones académicas y de investigación, PROFEPA y CONANP constituyeron un grupo de trabajo para analizar las razones de dicha mortandad ocurrida, principalmente en quelonios machos de la especie golfina (Lepidochelis olivácea) y prieta (Chelonia agassizii).

Asimismo, en coordinación con la PROPEG, SEMAREN y la Secretaría de Protección Civil del Gobierno del Estado de Guerrero, se monitoreará la temperatura del agua, cambios en las corrientes marinas y la toma de muestras de los ejemplares muertos para enviarlas a un laboratorio especializado.

De igual manera, este grupo de trabajo solicitará la intervención de SENASICA para la toma de muestras y análisis de laboratorio. Para ello se ha establecido un protocolo de registro de los varamientos y de toma de muestras, determinado a partir de las recomendaciones emitidas por investigadores y especialistas en el tema.

El mayor evento de mortandad fue descubierto tras un recorrido que abarcó más de 20 kilómetros, desde la zona conocida como Playa Boca Chica, El Carrizal hasta Barra de Nuxco, donde se encontraron 232 cadáveres de tortugas marinas en avanzado estado de descomposición.

En su mayoría dichos ejemplares eran de tortugas prietas (Chelonia agassizii), las cuales de acuerdo a los estudios preliminares no presentan lesiones, no se observó abundancia de parásitos ni evidencias o marcas de redes de pesca en el cuerpo de las tortugas.

La PROFEPA y CONANP atendieron el reporte Playa Tlacoyunque, con categoría de Área Natural Protegida (ANP), donde se encontraron 70 cadáveres de tortugas en avanzado estado de descomposición y con amoratamiento en cuello.

Durante otro recorrido efectuado el pasado 2 de febrero, en atención a los reportes de campamentos tortugueros de Playa Carrizal de Cinta Larga, personal de Inspección y Vigilancia de la PROFEPA encontró en un tramo de 5 kilómetros de Playa, 20 ejemplares de tortugas marinas muertas en estado de descomposición.

En algunos de estos ejemplares se apreció desprendimiento de vísceras y escamas del caparazón, posiblemente por el tiempo que llevan muertas. Cabe destacar que no se observó abundancia de parásitos, evidencias o marcas de redes de pesca en el cuerpo de las tortugas; tampoco golpes.

Los ejemplares muertos, corresponden a Chelonia agassizii (tortuga prieta) y Lepidochelys olivacea (tortuga golfina), principalmente machos. Es de mencionar que no se observó la presencia de aves de rapiña alimentándose de los restos y se detectaron corrientes frías en el mar.

El 3 de febrero de 2016, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno del Estado de Guerrero y la Dirección de Protección Civil de esa entidad, reportaron el hallazgo de 123 tortugas muertas en el tramo de Playa Nuxco a Playa Michigan.

La PROFEPA convino coordinar acciones con la Secretaría de Marina Armada de México, con la finalidad de detectar posibles embarcaciones de pesca en la zona de la contingencia, para lo cual se iniciaron recorridos, sin detectar hasta el momento embarcaciones pesqueras en la zona.

Durante los recorridos realizados del 6 de febrero a la fecha la PROFEPA no ha registrado nuevos hallazgos de cadáveres de tortugas, ni en los campamentos y Santuario manejados y supervisados por la CONANP se han presentado nuevos varamientos.

La PROFEPA y la CONANP recomiendan a los pobladores reportar cualquier nuevo avistamiento de tortugas muertas o aparentemente enfermas y evitar manipularlas o tener contacto físico con los ejemplares.