• Vladimir Putin ha reconocido la independencia de Doetsk y Lugansk, como Estados independientes, dos regiones rebeldes al Este de Ucrania, las cuales tienen una predominancia de población rusa, lugares a donde ha apoyado con tropas.

Por María Manuela de la Rosa A./

Mientras la amenaza de la guerra sigue latente, el presidente ruso, Vladimir Putin apuesta por acentuar las tensiones. Con alrededor de 200,000 efectivos rodeando Ucrania, que incluyen 35 batallones de defensa aérea, 500 cazas y cazabombarderos, 50 bombarderos semipesados y 120 grupos tácticos de batallón. No se puede hablar de intenciones pacíficas, por lo que la Casa Blanca ha estimado que Rusia podría atacar en cualquier momento y personal de inteligencia norteamericano ha advertido que los mandos militares rusos ya tienen orden de estar preparados para un ataque.

El presidente Joe Biden y los líderes europeos coinciden en que esta crisis debe resolverse por la vía diplomática y se han entendido en esta posición, por lo que ya llevan semanas de conversaciones con los encargados de la diplomacia rusa, e incluso con el mismo presidente Vadimir Putin, sin que hasta el momento se haya avanzado mucho, ya que, astutamente el presidente ruso ha dado múltiples evasivas, objetando que occidente pretende vulnerar la seguridad de las fronteras con Rusia. Y Ucrania en este momento es la manzana de la discordia.

Pero Putin no sólo ha dado muestras claras de querer invadir a Ucrania, sino que por lo visto desde hace meses ha trabajado para fortalecer los movimiento separatistas ucranianos, un problema que ha enfrentado el país a lo largo de su historia, debido fundamentalmente al sincretismo que lo caracteriza, racial, cultural, religioso e ideológico, sobre todo a partir del periodo bolchevique, que no sólo impuso una ideología y reprimió al pueblo ucraniano, sino que promovió la migración de una gran cantidad de población rusa, que ahora se siete identificada con la política de Vladimir Putin, en quien ven a un líder que puede ayudaros a dominar la política interna de Ucrania, con las consecuentes ganancias del botín económico que esto significa, siendo para Rusia un área estratégica de gran valor.

Por ello, Vladimir Putin ha reconocido la independencia de Doetsk y Lugansk, como Estados independientes, dos regiones rebeldes al Este de Ucrania, las cuales tienen una predominancia de población rusa, lugares a donde ha apoyado con tropas, por lo que el gobierno ucraniano se ha visto imposibilitado para controlar la rebelión.

El reconocimiento de dichas regiones como Estado, no sólo es una violación del Derecho Internacional, sino a los Acuerdos de Minsk, según lo calificó Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que agregó: “La Unión Europea y sus socios reaccionarán con unidad, firmeza y determinación en solidaridad con Ucrania”.

Por su parte, Boris Johnson, Primer Ministro de Gran Bretaña, durante una conferencia de prensa, fue igualmente muy contundente, señalando además que esta acción es una violación flagrante de la soberanía y la integridad de Ucrania.

Para Putin los tratados de Minsk ya habían sido cancelados mucho antes de este reconocimiento.

Cabe recordar que en febrero del 2015, en Minsk, Bielorrusia, se firmó el Protocolo de Minsk para poner fin a la guerra en el este de Ucrania. Este acuerdo fue signado por representantes del gobierno de Ucrania, de la Federación Rusa, así como líderes separatistas de Donetsk y Luhgansk, con la participación de representantes de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), dependiente de la ONU.

Donetsk y Luhgansk declararon su independencia en el 2014, misma que hasta la fecha no han sido reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas, por lo que de acuerdo al Derecho Internacional, no tienen status de Estado.