Por: Redacción/

En la mente de Manuel Padilla Lazcano, el pentatleta que logró coronarse en una Copa del Mundo, después de dos décadas en las que ningún mexicano accedió al primer lugar mundial, existe sólo un objetivo en su carrera deportiva: los Juegos Olímpicos.

En cada competencia porta en su diestra la bandera de México, en su ascenso a un pódium alcanza una satisfacción inigualable y día a día trabaja para convertirse en un pilar del deporte mexicano y del pentatlón moderno.

Así describe sus metas y su orgullo de ser mexicano, el pentatleta originario de San Juan Ixtayopan, uno de los siete pueblos de la alcaldía de Tláhuac, Ciudad de México, proveniente de una familia conformada por sus padres Manuel Padilla Morales, Angélica Lazcano Xoxotla y sus hermanas Raquel y Angélica, quién práctico el pentatlón sin llegar al alto rendimiento.

“Desde chico tenía el sueño de ser un atleta destacado, siempre conté con el apoyo de mis padres para tener las mejores condiciones posibles y alcanzar mi sueño. Somos una familia de clase media humilde, ellos hicieron un gran esfuerzo por comprar todo el material necesario, porque son cinco disciplinas. Mis padres son mi principal motivación para salir siempre adelante”, reconoció con voz entrecortada.

El ganador de dos medallas de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018, compartió que cuando no se encuentra en competencias, vive en casa de sus padres y en la que considera su segundo hogar, el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR), al que llegó a la edad de 16 años.

Manuel Padilla, quien desde pequeño destacó por su estatura (actualmente mide 1.88 metros), inició la práctica deportiva a los 9 años, en el equipo de natación que entrenaba en la alberca de la entonces Delegación de Tláhuac; posteriormente representó a la demarcación política de Milpa Alta, en donde se inició en el pentatlón.

El medallista de oro en la Copa del Mundo Sofía 2019, rememoró su paso por el equipo de pentatlón de la Ciudad de México, al que llegó gracias al entrenador Agustín Hernández, quien observó en el chico de apenas 14 años cualidades para dicha disciplina olímpica y lo formó durante dos años, hasta su ingreso al CNAR.

“A los 19 años empecé a competir a nivel internacional y ahora busco una plaza a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que sería mi primera participación en las justas olímpicas”, precisó.

El también Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica del Instituto Politécnico Nacional, egresado de la ESIME Culhuacán, detalló que su triunfo en la Copa del Mundo de Pentatlón Moderno Sofía 2019 le dio su calificación a los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y a la Final de Copas del Mundo de Pentatlón Moderno, que se realizará en Tokio, Japón, en el mes de junio, ambas competencias otorgan la plaza para Juegos Olímpicos, por la que trabaja arduamente.

En dicha Final participarán los 36 mejores pentatletas del orbe, donde destacan los representantes de Francia, Rusia, Ucrania, Gran Bretaña y Alemania, naciones con una gran trayectoria generacional.

“Estarán los máximos exponentes y el que gane tendrá una plaza para los Juegos Olímpicos. Ya gané la Copa de Sofía y puedo aspirar a ganar la plaza en esa final”.

Manuel Padilla, además de ser un deportista de alto rendimiento, también apuesta a su formación profesional, pues actualmente está becado al 100 por ciento por la Universidad Anáhuac, bajo un programa especial para atletas y cursa un Master in Business Administration (MBA, por sus siglas en inglés).

En los últimos tres años y bajo la tutela de su entrenador de origen georgiano, Vakhtang “Vaho” Iagorashvili, ha trabajado para evolucionar y mejorar de manera equilibrada en las pruebas de esgrima, natación, equitación, tiro con precisión y carrera de campo.

El atleta de 26 años de edad, que destina su vida al deporte, resaltó que el pentatlón es un deporte longevo: “La élite del mundo está alrededor de los 30 años, es una disciplina muy demandante físicamente, por ser cinco competencias, por ello se requiere madurez física, mental y mucha práctica”.

Manuel es un claro ejemplo de que la constancia es la base del éxito, ya que su vida deportiva ha sido de una constante superación, “soy un atleta que desde chico batalló, no podría decir que soy nato, siempre era el malo del equipo, empecé a sobresalir muchos años después, los que entrenan conmigo y me conocen, saben que soy una persona dedicada y que da todo por perseguir mis sueños”.

Sus próximos compromisos son la Copa del Mundo en la República Checa, la Final de Copas de Tokio, Japón, en donde buscara obtener la plaza para los Juegos Olímpicos del 2020, los Juegos Panamericanos que también da un lugar a la justa veraniega y el Campeonato Mundial en Budapest, Hungría.

Por su parte, para el entrenador, Vakhtang “Vaho” Iagorashvili, cada uno de los 12 pentatletas que prepara, entre ellos Manuel Padilla Lazcano, son un orgullo. “Manuel es dedicado y en estos tres años ha tenido altas y bajas, pero en el último año, su progreso no sólo es en lo deportivo, sino en lo mental, creo que es el mejor del mundo, es el número uno ahora”, aseguró.

En el pentatlón moderno de México, los exponentes destacados de la rama varonil son: Horacio de la Vega, medallista de oro en la Copa del Mundo México 1998, que se realizó en Campo Marte; Óscar Soto, medallista de plata en la Copa del Mundo México 2009, que se efectuó en el CNAR y campeón de Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 e Ismael Hernández, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos Río 2016.