Por: María Manuela de la Rosa Aguilar/

De acuerdo a la mayoría de analistas políticos e internacionales, Donald Trump tiene muchas posibilidades de reelegirse en el 2020.

De acuerdo a las estadísticas a lo largo de la historia, es posible que siga en la presidencia dado que 21 presidentes han logrado reelegirse.

La economía es el factor que más favorece a Trump: la tasa de desempleo es la más baja desde 1969; los salarios han comenzado a subir, lo miso que la productividad y la confianza del consumidor. Y de seguir esta tendencia, la situación del empleo podría alcanzar niveles que no se habían visto desde los años cincuenta.

Se vislumbra un escenario favorable para Trump, sobre todo porque los demócratas mantienen una posición de debilidad, pese a que tienen el control de la cámara de representantes y apenas alcanzan una mayoría y perdieron dos lugares en el senado.

Indiana, Missouri y Dakota del Norte dejaron de ser demócratas; Nevada cambió del bando de los republicanos a los demócratas. La corta diferencia entre ambos partidos no puede adelantar vísperas.

Pero si se ha hecho evidente que el discurso de Trump ha tenido el poder de retener para los republicanos varias entidades, lo cual habla de su gran capacidad de seducción y del dominio que tiene frente a los grandes auditorios.

Y ante la ausencia de un liderazgo claro dentro del bando republicano, Trump se mantiene posicionado como posible ganador en las elecciones del 2020.

Una estrategia de campaña que usará Donald Trump será el de usar a México como tercer país seguro. Lo que no aceptó el presidente Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador sí, a través de su secretario de relaciones exteriores Marcelo Ebrad Casaubón, y ratificó vía telefónica con posterioridad.

De esta manera Estados Unidos ha orillado a México a recibir a todos los inmigrantes e incluso ofrecerles empleo y seguridad social, lo cual ha generado una oleada humana que ya parece imparable. Y ahora la Guardia Nacional, en lugar de dar prioridad a la seguridad interior, está dedicando sus mayores esfuerzos a la atención del problema migratorio, sobre todo en las fronteras, al sur para contener y al norte para evitar que pasen a los Estados Unidos.

De esta manera México se transforma de hecho en el patio trasero de los Estados Unidos, ya que albergará a todos los inmigrantes que el poderoso vecino del norte rechace o que esté en trámites para su ingreso a los EUA. Y no se sabe cuando acabará esta situación y los riesgos de pérdidas económicas adicionales y de soberanía que traerá consigo, lo cual es absolutamente satisfactorio para el electorado de Trump.

Los servicios migratorios a los que se ha obligado a México no están incluidos en las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, pero es una formalidad por la que han estado propugnando los negociadores norteamericanos.

Por otro lado, cabe mencionar que durante el mes de mayo la patrulla fronteriza realizó 133 mil detenciones, en julio 72 mil, en agosto 64 mil detenciones. Y cabe agregar que muchos de los migrantes detenidos son llevados a la frontera con México, independientemente de su nacionalidad, por lo que los costos evidentemente son asumidos por México.

Lo que en determinado momento puede afectar a Trump es la baja de su popularidad, que se ha reducido un 8%. Aunque su índice de aprobación está en un 42%, 52 % de la población ha manifestado que no votaría por él.

Y si bien la economía registra buenos números, gana el escepticismo, ya que un 62% de los estadounidenses piensa que la economía sólo beneficia a los poderosos.

Son inciertas las posibilidades de que Trump se reelija. La cadena NBC determinó que las simpatías por Trump han decaído en tres estados claves del Medio Oeste que le dieron el triunfo en el 2016.

Según esa consulta el nivel de aprobación es del 40% en Michigan Wisconsin y Minnesota. En Michigan lo desaprueba el 52%, en Wisconsin el 54% y en Minnesota el 51%.

Esta encuesta se realizó del 15 a 19 de julio, con un margen de error del 3.8 a 4 %.

Es probable que en estos resultados incidan en el hecho de la política de Trump de elevar los aranceles, lo cual impactó a productores del Medio Oeste.

CNN realizó otra encuesta en la que se confronta a Trump con un demócrata genérico, es decir, sin nombre determinado, y en este ejercicio el 36% señaló que votaría por Trump, en tanto que el 44% se inclinó por el candidato demócrata fuera quien fuera.

E hizo una encuesta por grupo étnico, edad y género.

Con la pregunta de ¿cree usted que Trump merece reelegirse?, contestaron que no:

89% de afroamericanos
76 % de no blancos
73 % de hispanos
52 % de blancos.
67 % de las mujeres encuestadas
53 % de hombres
70 % de edades entre 18 y 34 años
60% entre 25 y 49 años
53% de entre 50 y 64 años
59 % de 65 años y más

De manera global el 60% rechaza la idea de que Trump deba reelegirse

57 % criticó la forma de gestionar la política exterior.
54 % reprueba la política respecto a las armas
60 % no está de acuerdo con su posición respecto al medio ambiente.

Por otra parte, el proceso para llevar a juicio político a Donald Trump que se inició la última semana de octubre, requiere que la Comisión de Inteligencia presente un informe de hallazgos y recomendaciones, en tanto que la Comisión de Asuntos Jurídicos tendría la última recomendación.

El Impeachment se volvió un asunto oficial. Y pese a que el escándalo de la trama de Russiangate fue bien librado por Trump, los demócratas lograron llevar un caso más sólido sobre abuso de poder por presionar a un gobierno extranjero para influir a su favor en las elecciones del 2020, lo cual se logró debido a que la Casa Blanca se vio obligada a publicar una queja presentada por un agente de inteligencia sobre una llamada del 25 de julio entre el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski y el presidente Donald Trump, en donde éste lo presiona para favorecerlo políticamente, lo cual, de acuerdo a lo anunciado por Nancy Pelosi, presidente de la Cámara de Representantes, anuncia formalmente el inicio de una investigación para determinar si Donald Trump será sometido a juicio político, acusándolo de “traición a su juramento como presidente, traición a la seguridad nacional y traición a la seguridad de las elecciones”, agregando que las acciones del presidente han violado seriamente la Constitución de los Estados Unidos, especialmente cuando afirma que el artículo 2 lo faculta a hacer lo que él quiera y admitió que le pidió al presidente de Ucrania tomar medidas que lo favorecieran políticamente y nadie está por encima de la Ley.

Y este tema todavía tiene mucho por delante, lo cierto es que ya anteriormente Trump ha librado batallas muy peligrosas como la de la trama rusa y no sería extraño que en esta ocasión, pese a las evidencias publicadas, volviera a salir bien librado, puesto que empeñará todos los recursos de que disponga para evitar ser declarado culpable.