Por: Redacción

La región económica de América del Norte, de la que México forma parte, puede potenciar su desarrollo y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos promoviendo que sus fronteras fortalezcan su integración como líneas de cooperación y desarrollo económico.

En la pasada década de los noventa se consolidó la apertura comercial de México al formalizar en 1993 el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual ha representado importantes beneficios para toda la región. Por lo que se refiere a México y a los Estados Unidos de América, destaca su creciente intercambio comercial.

Tan sólo en 2014 el comercio bilateral sumó 534 mil millones de dólares, lo que representa 1,400millones de dólares por día, es decir más de un millón por minuto. A partir del TLCAN dicho comercio tuvo un incremento notable cercano al 500%.

Esa productiva relación binacional genera millones de empleos para ambas naciones; tan sólo en el caso de Estados Unidos se estima en más de 6 millones. El vecino del Norte es nuestro principal socio comercial, el primer destino de nuestras exportaciones y el principal participante en inversión extranjera directa en nuestro país, representando cerca del 60% del total.

Ambos países comparten una de las dinámicas migratorias más grandes y productivas del mundo. Los mexicanos en Estados Unidos contribuyen con el 8% del PIB y alrededor de 570 mil empresas en Estados Unidos son propiedad de inmigrantes mexicanos, las cuales generan anualmente 17 mil millones de dólares. Las exportaciones de México a EUA representan el 80% del total, con un 40% de contenido nacional estadounidense, lo que significa que la economía de aquel país se beneficia económicamente con las exportaciones mexicanas. Los datos anteriores son reflejo de la importancia de México para la economía estadounidense.

Nuestra frontera común de más de tres mil kilómetros y una de las más dinámicas del mundo en cuanto a tránsito de personas y mercancías, es un factor importante que fortalece y hace más ágil nuestro intercambio comercial en favor de los ciudadanos de ambos lados de la frontera. Ejemplo de ello es que por nuestros 5 7 cruces fronterizos transitan diariamente más de un millón de personas y 300 mil vehículos, generando una significativa derrama económica.

En sintonía con esta importante relación binacional, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha alcanzado tres resultados concretos durante la presente Administración que abonan a la relación comercial con Estados Unidos y arrojan beneficios económicos y sociales para ambos países: El primero es la construcción de puentes transfronterizos.

A la fecha hemos concluido la construcción y ampliación de tres cruces de los ocho que tenemos programados: el primero es el Puente Internacional Ferroviario Brownsville-Matamoros, primer cruce binacional de este tipo construido en los últimos 100 años. Con su puesta en operación se espera un aumento en el intercambio comercial binacional, principalmente para el comercio de acero, granos y automóviles, y el segundo es el Puente Internacional “Los Tomates-Veterans”, que conecta a Matamoros y Brownsville, lo que disminuye de manera significativa los tiempos de cruce de la frontera para personas y bienes.

Adicionalmente, el pasado 7 de abril se inauguró la Conexión Peatonal aeroportuaria Tijuana-San Diego, también denominada Cross Border Xpress. Se trata de un moderno puente que reduce el tiempo de cruce que antes era de hasta dos horas a tan sólo 15 minutos, convirtiendo al aeropuerto de Tijuana en el segundo en el mundo con un puente transfronterizo. Es una nueva puerta que hermana a las ciudades de Tijuana y San Diego, fortaleciendo nuestra relación estratégica y uniéndonos como países.

Otro importante logro es la ampliación y fortalecimiento de nuestros puentes aéreos. En diciembre pasado se firmó el Acuerdo Bilateral de Servicios Aéreos entre México y Estados Unidos, y recientemente ha sido aprobado por el Senado de la República. Este acuerdo permitirá fortalecer nuestros respectivos mercados, relanzar líneas comerciales y promover destinos turísticos al eliminar el límite de destinos y de frecuencias que cualquier aerolínea pueda operar entre ciudades de ambas naciones.

El tercer resultado concreto que por conducto de la SCT se ha alcanzado en esta Administración, es el Acuerdo de Cooperación de Transporte de Largo Recorrido.

Es de señalar que desde hace 15 años el transporte mexicano no podía ingresar a territorio estadounidense, lo que obligaba a la contratación de autotransporte norteamericano. Es por ello que a partir de un intenso trabajo bilateral en enero de 2015 se cumplieron los requisitos pendientes, permitiendo liberarlas restricciones de acceso a los Servicios Transfronterizos de Carga de Largo Recorrido pactados en el TLCAN. También a partir de esa fecha la SCT procesa las solicitudes de los transportistas estadounidenses que desean realizar operaciones de carga en México, todo lo cual contribuye a lograr una frontera moderna, ágil y eficiente entre ambos países, consolidando a América del Norte como la región más competitiva a nivel global.

De esta manera, en un marco de respeto y corresponsabilidad, México y Estados Unidos estamos construyendo y consolidando puentes que hermanan a ambas naciones en beneficio de nuestras respectivas sociedades y de la región de América del Norte.