Por: Readacción

Una delegación de cuatro dedicadas e inteligentes estudiantes mexicanas rompen los estereotipos de género y prejuicios acerca de que las mujeres no son tan buenas como los hombres para las matemáticas y otras ciencias exactas y demuestran que en México hay talento para esta disciplina.

Olga Medrano Martín del Campo, de Jalisco; Alka Xavier Earathu y Jacqueline Lira Chávez, ambas de Morelos y Marcela Cruz Larios de Campeche participaron del 10 al 16 de abril en la quinta edición del concurso European Girl’s Mathematical Olympiad (EGMO) que se llevó a cabo en la ciudad de Busteni, Rumania.

Los resultados fueron muy satisfactorios. Olga Medrano obtuvo medalla de oro —la primera presea dorada desde que México participa en la EGMO— mientras que Alka Xavier Earathu logró para nuestro país una medalla de plata. Además en el puntaje por países México ocupó el lugar 13 de 39 participantes.

Rogelio Valdez Delgado, presidente de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas (OMM) dijo que aunque este concurso es europeo, se invitan a países de otros continentes. México ha sido invitado desde 2014 y esta es la tercera ocasión en que participa.

Usualmente la participación de las mujeres en las olimpiadas internacionales de matemáticas es de entre el 10 y el 20 por ciento del total de alumnos. Conscientes de la necesidad de enriquecer la formación de las niñas en esta área del conocimiento algunos países europeos como Inglaterra, Turquía y Luxemburgo impulsaron la European Girl’s Mathematical Olympiad, comentó.

En este concurso pueden competir mujeres de hasta 20 años de edad que hayan sido seleccionadas en las olimpiadas nacionales de cada país. Los organizadores de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas seleccionaron a las 8 mujeres más destacadas del concurso y las invitaron a participar en una serie de 3 entrenamientos intensos para elegir, tras una serie de exámenes, a las 4 integrantes de la delegación.

La participación de nuestro país en la EGMO ha logrado que más niñas mexicanas se interesen por inscribirse en las competencias señaló Rogelio Valdez. Por ejemplo, agregó, el año pasado tuvimos una mayor participación de mujeres en la olimpiada nacional que otros años, de tener alrededor de 20 niñas el número se incrementó a cerca de 40.

Al hablar sobre los posibles factores que inciden para que haya más hombres que mujeres en los concursos el presidente de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas señaló que posiblemente hace falta darle una mayor promoción a la olimpiada entre las estudiantes. Sin embargo, opinó que tanto mujeres como hombres son iguales en sus capacidades para resolver problemas y destacar en esta disciplina.

La ganadora de medalla de oro Olga Medrano Martín del Campo, comentó que, en su opinión, hay ideas en nuestra cultura que hacen creer a las niñas que no pueden dar más en el ámbito de las matemáticas pero que es posible cambiarlas si cada una empieza primero por sembrar en ella misma semillas de interés en esta disciplina y después lo comparte con los demás.

Por su parte, Marcela Cruz Larios de Campeche, comentó que participar en esta olimpiada europea la ha motivado para fijarse objetivos y plantearse metas teniendo en mente que haciendo algo que disfruta puede llegar lejos si se esfuerza lo suficiente.

Alka Xavier Earathu quien obtuvo medalla de plata comentó que cuando entró a la olimpiada nunca se imaginó de qué manera las matemáticas iban a formar parte de su vida. Para ella participar en los concursos le ha abierto nuevas perspectivas sobre las matemáticas y la amistad. Considera que para que haya mas mujeres que les gusten las matemáticas es importante que se de mayor difusión a los concursos y que más niñas descubran su propio potencial.

Jacqueline Lira Chávez agradeció especialmente el apoyo de su familia. “Ellos me apoyan y se sienten felices de que participe, especialmente porque saben que se requiere mucho esfuerzo llegar a ser seleccionada”. Los maestros también le han proporcionado una mano, especialmente cuando tienen más información sobre esta clase de competencias.

Todas las estudiantes coinciden en que para ellas ha sido fundamental la ayuda de sus entrenadores y sus seres queridos, los cuales siempre están orgullosos de ellas y creen en su capacidad. Además ellas saben que su cariño es independiente de su habilidad para las matemáticas pero las respetan porque saben que ponen mucho empeño, trabajo y disciplina.