• Desde ayer y hasta el 7 de mayo se espera aplicar ocho mil 500 vacunas cada día, por lo que al final se habrán administrado unas 42 mil 500 segundas dosis del biológico ruso a igual número de pacientes.

Por: Redacción/

Más de 42 mil inoculaciones serán aplicadas a adultos mayores de 60 años en la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), como parte del Plan Nacional de Vacunación en la Ciudad de México.

En esta ocasión se aplica la segunda dosis de la vacuna Sputnik V, con la cual se espera inmunizar a más de 212 mil 300 personas en esa demarcación, en las sedes de la UAM, Transportes Eléctricos, Telecomunicaciones de México, FES Zaragoza; Deportivo Santa Cruz Meyehualco, Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos número 7, del IPN, y la Unidad Habitacional Militar El Vergel.

Como ha ocurrido desde el inicio de la campaña nacional, 40 estudiantes –entre pasantes y brigadistas voluntarios de las licenciaturas de Medicina, Nutrición, Odontología y Enfermería– se han sumado a las diversas actividades y, en esta ocasión, no fue la excepción.

Christopher Reyes Escorza, pasante de servicio social de Medicina de la Unidad Xochimilco, quien se hizo cargo de la coordinación del grupo de alumnos –en representación del doctor Francisco Pablo Oliva Sánchez, académico del Departamento de Atención a la Salud– explicó que los matriculados de Enfermería están apoyando en las células de vacunación; los pasantes de Medicina en el área de observación clínica; los de Nutrición y Odontología en las zonas de registro y observación clínica, así como en el transporte de los adultos.

Las recomendaciones a las personas que se aplican la segunda dosis son, en general, que mantengan las medidas preventivas básicas que se han manejado en toda la cuarentena: uso de cubrebocas, lavado de manos y sana distancia, porque con el biológico se previene la enfermedad, pero no la infección y, por tanto, aun pueden infectar a quienes todavía no están inoculados.

Sobre los efectos secundarios, el más común es el dolor en el sitio de aplicación y las secuelas sistémicas como cansancio y malestar general, después de ahí puede haber dolor de cabeza, febrícula, diarreas y vómitos, pero éstos se presentan rara vez.

Respecto de las contraindicaciones, destacó que en especial con la Sputnik V están el ácido acetil salicílico (aspirinas) por lo menos durante tres días, porque puede tener interferencia con la inmunidad que desarrolla la vacuna. Otra sugerencia es evitar ingerir alcohol y tabaco –mínimo tres días– porque no se sabe si existe o no interacción con la inoculación.

Desde ayer y hasta el 7 de mayo se espera aplicar ocho mil 500 vacunas cada día, por lo que al final se habrán administrado unas 42 mil 500 segundas dosis del biológico ruso a igual número de pacientes.

Ahora “podemos denominarnos monitores de vacunación, pues hemos participado en alrededor de ocho centros y aplicado muchas inmunizaciones, entre ellas: Pfizer, Sinovac, Coronavac y participado en las áreas de observación clínica y de aplicación”.

Resulta una buena experiencia porque “estamos contribuyendo a alcanzar entre la población una inmunidad, que es lo único que nos va a proteger de la pandemia de COVID-19”. Al inocular a los adultos mayores con más comorbilidades y vulnerabilidad “intentamos disminuir las tasas de mortalidad en el país”, lo que consideró una buena estrategia con la que es muy satisfactorio colaborar.

La participación de la UAM en el Plan Nacional de Vacunación es muy importante, porque la universidad siempre ha tenido un enfoque social y humanitario, y este es un gran problema sanitario y social a nivel mundial, mientras más personas ayuden más pronto vamos a salir de esto.

En la Casa abierta al tiempo “nos enseñan que la mejor medicina es la preventiva y una de las maneras más idóneas para evitar una enfermedad es la aplicación del biológico. Por otro lado, participar nos ha dado la oportunidad de ver que el programa de monitores en salud está funcionando muy bien y seguimos aprendiendo, mejorando y promoviendo la inoculación”.

La licenciada Flor de Leslie Hernández Mendiola, asesora de la Secretaría de la Unidad Iztapalapa, señaló que alrededor de 60 trabajadores de esta sede académica apoyaron en el acondicionamiento de las instalaciones universitarias para atender los requerimientos del centro de vacunación.

No sólo se trata del día de la aplicación, sino de la habilitación de los espacios antes de recibir a los pacientes y brindarles la infraestructura adecuada, por ejemplo, en el caso de los adultos mayores, poderles proporcionar accesos para sillas de ruedas o atender algún otro problema de movilidad.

En este grupo de más de 60 personas hay personal de mantenimiento por si surgen necesidades de plomería, herrería, electricidad y sonido; de cómputo, para el registro de datos de los pacientes, así como de vigilancia y cafetería para el personal de apoyo, servicio médico y protección civil.