• Manifiesta, propone cambios y acciones para repensar la educación dancística en muchos niveles desde la perspectiva de género.

Por: Redacción/

Manifiesta es una acción activista artística que invita a la construcción de mecanismos que erradiquen todas las prácticas de discriminación y violencia de género, aseguró la doctora Stephanie Sherman, directora general de dicho proyecto.

En el marco de las Primeras Jornadas Internacionales de Artes y Derechos Humanos –organizadas por la Defensoría de los Derechos Universitarios UAM y la Coordinación General de Difusión– se dio a conocer dicha propuesta de videodanza como parte de la mesa 4. Manifiestos contra la violencia. La danza y el género en escena, moderada por la doctora Elsa Muñiz García, académica del Departamento de Política y Cultura de la Unidad Xochimilco.

La coreógrafa y artista interdisciplinaria recordó que la iniciativa surgió a partir del paro histórico que hicieron alumnas y ex alumnas de la Academia de la Danza Mexicana (ADM) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura en febrero pasado para denunciar casos de acoso y hostigamiento sexual por parte de docentes y directivos.

“El contenido mezcla textos, imágenes y un discurso corporal que nace de las historias y las vivencias de cada bailarina, pasando por un proceso previo de talleres de poesía y teatro con danza, coreografía para la cámara y la política de la representación del género; cada ejecutante tenía que captar una sensación y tener un vínculo expresivo, afectivo y emocional que quizá no consiguen las palabras, pero sí los movimientos corporales”, explicó.

Al proyectarse un fragmento de Manifiesta, se menciona que propone cambios y acciones para repensar la educación dancística en muchos niveles desde la perspectiva de género, con la intención de cambiar el sistema para que existan protocolos y políticas institucionales para prevenir y evitar la violencia de género.

“Es un llamado para que las instituciones de educación artística en todos los niveles establezcan instancias y procedimientos que impidan y sancionen de manera contundente cualquier abuso a los derechos humanos”, se dice en el video que integra otras especialidades artísticas como la música y la fotografía.

La historiadora Juana Mejía señaló que esta videodanza colectiva tiene un carácter tanto de queja como de propuesta que implica no dejar de alzar la voz y compartir lo que sentimos y pensamos, pero también proponer un mensaje mediante una acción artística.

De acuerdo con la colaboradora del proyecto, si bien se hizo un manifiesto colaborativo con una serie de demandas, éstas son transformadas en danza como un conjunto de sensorialidades.

La psicóloga Carolina de la Fuente consideró que es una protesta coreográfica, ya que en las escuelas de artes escénicas existe la intimidación hacia las estudiantes que también experimentan distintas formas de violencia.

“Fue mucho tiempo de vivir eso y a partir de lo poderoso que es la denuncia pública se pudo gestar el paro estudiantil y la protesta, Manifiesta es resultado de lo que se gestó y experimentó”.

La bailarina de la ADM Pamela Altamirano expuso que esta pieza se ha convertido en un referente para el movimiento en defensa de los derechos humanos y en contra de la violencia de género en medio de la pandemia que permitió una vinculación con otras escuelas.

La doctora Claudia Mendoza Antúnez, secretaria técnica de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UAM, hizo una reflexión sobre Manifiesta que visibiliza no sólo la intimidación contra las mujeres, sino que habla también de los derechos de los niños y niñas en el sentido que tienen al reconocimiento de la autonomía progresiva.

“Cuando los docentes tienen intervención en los cuerpos de otros u otras es un asunto delicado, sobre todo cuando se piensa en una formación artística como la danza que comienza desde la infancia”.

La doctora en Derecho retomó algunas de las ideas plasmadas por las participantes en las que el cuerpo aparece como territorio y espacio geográfico, pero también como una expresión de lo político y de lo que no puede decirse con palabras.

Las Primeras Jornadas Internacionales de Artes y Derechos Humanos continuarán con diversas actividades virtuales y presenciales hasta el viernes 10 de diciembre.