Por: Redacción/

En México va en incremento el número de personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer, por ello es necesario concientizar a la población sobre las medidas de prevención o de retraso en el desarrollo de la enfermedad, como la salud mental y el envejecimiento activo, además de los cuidados paliativos en etapa temprana, señaló Erika Mariana Longoria Ibarrola, especialista en envejecimiento cognitivo y demencias del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”.

En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Alzheimer, el 21 de septiembre, la especialista apuntó que el Alzheimer es la demencia más común, es una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro que provoca deterioro de la memoria, el pensamiento y la conducta, por lo que los cuidados paliativos en cualquier etapa de la enfermedad ayudan a mitigar el deterioro del cuerpo y mente de personas adultas mayores con esta condición.

Longoria Ibarrola precisó que algunas terapias físicas y ocupacionales pueden prevenir la depresión en enfermos de Alzheimer, ya que el constante deterioro cognitivo desencadena problemas de memoria que incluyen comentarios repetitivos, dificultades para recordar fechas, olvidos sobre las conversaciones, problemas de lenguaje o problemas de coordinación corporal, entre otros.

Por lo anterior, dijo que el tratamiento de tipo paliativo y los cuidados, enfocados a mejorar la calidad de vida del paciente, disminuyen el impacto de la discapacidad y la dependencia a nivel individual, familiar y económico.

Explicó que las terapias de rehabilitación para desarrollar tanto su potencial como la función cerebral, son fundamentales, por esto para mejorar la flexibilidad y elasticidad de la memoria puede implementarse la musicoterapia, gimnasia cerebral, masajes, juegos y ejercicios.

La especialista en demencias del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”, dijo que los cuidados paliativos en etapa temprana e intermedia de la enfermedad, ayudan a mejorar el equilibrio del paciente, su condición y relajación corporal y, sobre todo, su estado anímico, aun cuando hayan perdido la memoria.