• Los más de 200 millones de afrodescendientes forman parte del origen de las culturas en el continente; en México, cerca de 250 mil habitan en las costas de Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

Por: Redacción/

El fortalecimiento de la investigación y la revisión de todas las manifestaciones de la llamada “tercera raíz” en Latinoamérica resulta fundamental pues se trata de un referente de la construcción cultural, social y política de cerca de 500 años, aseguró el doctor Óscar Lozano Carrillo, rector de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

“Los más de 200 millones de afrodescendientes forman parte del origen de las culturas en el continente; en México, cerca de 250 mil habitan en las costas de Guerrero, Oaxaca y Veracruz, aunque se han difuminado a lo largo del país, por lo que constituyen una referencia”.

De ahí la importancia de la realización del Congreso Internacional Negritudes Latinoamericanas, organizado por la Maestría en Literatura Contemporánea y la Especialización en Literatura Mexicana del Siglo XX, la Universidad Nacional Autónoma de México y otras instituciones de educación superior, para abordar una de las temáticas más importantes de la cultura de un país.

Propuestas y manifestaciones culturales, científicas y tecnológicas serán presentadas por especialistas de la Casa abierta al tiempo y 33 instituciones de todo el continente y España, “que representan un referente importante en este año tan complejo en materia de negritud, de la cosmovisión afroamericana en nuestro continente y nuestra región latinoamericana”.

El doctor Saúl Jerónimo Romero, jefe del Departamento de Humanidades de la misma unidad académica, destacó la forma en que los académicos han encontrado la forma de comunicar resultados y proponer hipótesis en congresos donde se aborda la negritud.

“Un dato impresionante por lo tardío es que en México apenas en 2020 el censo de población incluyó por primera vez la categoría de afrodescendiente, lo que explica la serie de exclusiones, invisibilidad y espacios donde no está considerado este sector, a pesar de ser parte importante de nuestra cultura e identidad”.

Desde el punto de vista histórico, se han hecho trabajos importantes, “pero generalmente aislados, pequeños y muchas veces vistos desde una perspectiva nacional, local o regional, por lo que el Congreso tiene la gran característica de incluir a la negritud desde lo histórico y social”.

El doctor Ociel Flores Flores, coordinador de la Maestría en Literatura Mexicana Contemporánea, reconoció el acercamiento a 86 especialistas de 33 instituciones y 17 países, que demuestra que “vivimos en un mundo que ha abolido las distancias y ante la virtualidad estrecha las relaciones de estudiosos que antes por razones materiales se mantenían relativamente separados”.

Al dictar la conferencia magistral Procesos recapitulativos y conflictividad en Los cuatro espejos de Quince Duncan: ilusiones pérdidas y distopía, el doctor Jorge Chen Sham, investigador de la Universidad de Costa Rica, aludió a la obra del escritor costarricense, cuyo protagonista es un negro referido con el término “moreno”, que hasta la década de 1980 era considerado un eufemismo.

“Los cuatro espejos tiene un protagonista negro que podría verse como teoría y práctica de lo que he llamado una razón multiétnica y en las secuencias inicial y final de la novela se presenta el mismo acto del personaje principal que se mira en el espejo y se pregunta qué ve.

“Esto es propio de un acervo de la crítica literaria y de los procesos narrativos en occidente, ya que el espejo representa la conciencia o la autoconciencia, así como un proceso de aprendizaje por parte de quien se mira y evidentemente usa un discurso discriminatorio o racista atenuante”.

El también miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española especificó la importancia que tienen para la costa caribeña de Centroamericana los procesos migratorios relacionados con el aporte africano, que se remonta al momento de la Conquista, cuando arribaron los primeros esclavos negros.

Una segunda oleada con zambos y cimarrones se presentó durante la Colonia, mientras que en América Central una tercera ola data del siglo XIX y tiene que ver con la construcción del ferrocarril al océano atlántico, que puede emular el aporte de los chinos en la construcción de los ferrocarriles en Estados Unidos.

“En Costa Rica algunos chinos murieron al no soportar el clima y la malaria, por lo que fueron trasladados al Valle Central o la Meseta, para dar paso a jamaiquinos o afrocaribeños que también llegaron para la construcción del tren y una tercera oleada de afrodescendientes se quedó en la costa caribeña”.