En el Senado de la República se presentó el libro “Los 43 de Iguala”, del autor Sergio González Rodríguez, en el que se plantea una nueva forma de entender la realidad más allá de la versión oficial pero, al mismo tiempo, honra la memoria de las víctimas de Iguala, Guerrero por los hechos ocurridos el 26 de septiembre de 2014.

Durante la presentación de la obra, el presidente de la Comisión del Distrito Federal, senador Mario Delgado Carrillo señaló que, en el caso de Iguala, el Senado se convirtió en parte del problema pues ni siquiera hizo eco a las demandas de los padres de localizar a los estudiantes.

Como resultado del debate realizado en el Pleno, el pasado 24 de septiembre, se aprobó un punto de acuerdo en el que sólo se respaldó la postura presentada por el Presidente de la República, mientras, ese mismo día, el mandatario se reunía con los familiares de los desaparecidos, sostuvo.

Subrayó que el país se encuentra en un momento de destrucción muy grave y el autor del libro, “Los 43 de Iguala”, Sergio González, logra describirlo en su obra.

El autor del libro, Sergio González Rodríguez, señaló que el texto busca explicar aquellas dudas que no resolvieron las instituciones sobre la desaparición de los jóvenes normalistas, en septiembre del año pasado; además de que plantea la urgencia de encontrar respuestas en las autoridades, para las distintas preguntas que están surgiendo en el país sobre estos hechos.

En la obra se tratan de explicar los fenómenos de alto impacto de la vida pública, es una forma de dialogar con el lector y tener nuevas formas de entender la realidad más allá de la versión oficial, o de las respuestas condicionadas a los medios de comunicación, reiteró.

El escritor y periodista Julio Patán, comentó que el libro es la aproximación de un escritor a este asunto, más cabal de todo el material escrito y hablado de ese suceso, proveniente de fuentes periodísticas y políticas.

Consideró que, con el apoyo de herramientas periodísticas, el autor plantea los hechos con aspecto humanista respecto a las 43 muertes. Calificó de novedoso que en el libro se hable de geopolítica, políticas de contrainsurgencia globales, de los Estados Unidos, de mercados y economía, lo cual, dijo, abre más interrogantes sobre este hecho.

Rafael Pérez Gay, director editorial de Cal y Arena, señaló que la desaparición de los jóvenes normalistas de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa es uno de los acontecimientos más infames, siniestros y macabros de la historia política mexicana. “La noche Iguala rompió en muchos sentidos al país y mostró la precariedad de sus instituciones”.

Comentó que el texto se acerca al asunto que ocasionó la gran crisis política del gobierno de Enrique Peña Nieto, que se irá alargando y quedará fija como un momento de parálisis, de tensión, de falta de compromiso y de claridad del gobierno, de las instituciones y de los partidos de izquierda.

El periodista Epigmenio Ibarra, aseguró que el caso Ayotzinapa representa para México el regreso del activismo duro, e indicó que desde el expresidente Felipe Calderón se puso en práctica la política de exterminio, es decir, la guerra contra el crimen organizado, “los que mueren son jóvenes, los que emigran son jóvenes y los que están sobre las armas son los jóvenes”.

Subrayó que en menos de nueve años, México ha perdido una generación en dónde se han registrado más muertos violentos en una democracia, y en la que el Ejército tiene más sangre sobre los hombros que otros países que estuvieron bajo dictaduras, como Argentina, Chile o Brasil.

Expuso que la Marina actúa como un escuadrón de la muerte; labora bajo los lineamientos de seguridad nacional y trabaja directamente con la CIA en la eliminación y la muerte ejemplar, en tanto que el Ejército no hace prisioneros, ejecuta.

Aseveró que para disponer de 43 vidas se necesita de unidad de mando, doctrina, disciplina, masa de fuerza y poder de fuerza, por lo que el libro tiene el peso de aportar grandes cosas en donde la fuerza narrativa de Sergio, sobre Ayotzinapa, es una acción que se inscribe en una lógica contrainsurgente y, peor, en la lógica de descomposición moral y ética del país.