De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo, el desempleo afectará a 207 millones de personas en el mundo, un 11% más que antes de la pandemia.

Por: María Manuela de la Rosa Aguilar/

Y la pandemia del Covid-19 sigue ahí, constante, silenciosa, mortal, causando estragos en todo el mundo. Ha matado a 5´664,114 personas y actualmente hay 374´686,907 contagiados, esto es, el 4.8% de la población mundial; pero no son sólo números, sino vidas truncadas, mucho dolor, desolación y la incertidumbre de la supervivencia, el bien más preciado para el hombre.

Todos los problemas que ha traído consigo la pandemia han logrado desestabilizar al mundo, pero sobre todo al estado emocional de la población, porque la crisis sanitaria también conlleva múltiples problemas de salud mental.

El problema es complejo y son muchas las aristas las que tiene esta crisis mundial, así que sólo mencionaremos algunas significativas para ilustrar su magnitud, que no sólo es sanitario, sino económico, de seguridad, social, medioambiental, etc.

De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo, el desempleo afectará a 207 millones de personas en el mundo, un 11% más que antes de la pandemia.

Por otra parte, las líneas aéreas han calculado pérdidas por más de 148,000 millones de dólares, arrastrando con esto a toda una industria, clave para el desarrollo y la movilidad del planeta.

Pero, además, la pandemia trajo consigo un encarecimiento de los productos y servicios. En el 2021 se registró un aumento desmedido en Uber y Didi; el kilo de la tortilla, que costaba 11 pesos, aumentó de repente a 25, nada menos que el 227,27% ; el jitomate, que costaba alrededor de 27 pesos, subió hasta 80, el 296%; el aguacate, que ya había subido de 30 a 60 pesos, subió hasta los 100 pesos, o sea, que primero subió el 100% y luego tuvo un nuevo incremento de 40%, esto es, el 140%; el huevo, de 40 hasta 90 pesos, subió el 225%.

Desde el 2008 el ritmo de aumento de precios en el mundo había registrado un incremento mundial del 5.4%, pero esto se ha visto acelerado debido a la pandemia y especialistas prevén que habrá una recesión mundial, además de que otra crisis por una nueva burbuja inmobiliaria es muy probable que surja. Y es claro que la sobreinversión financiera por el auge especulativo de la innovación contribuya en gran medida.

Pero no sólo México, sino muchos países han tenido consecuencias graves por la pandemia. En Argentina por ejemplo han subido la luz, el agua y el transporte hasta un 40% y en julio llegará hasta el 60% la tarifa de transporte y el agua llegará a costar 45% más.

Y los combustibles, que marcan la tendencia de los precios, han estado subiendo de manera continua. En estados Unidos el galón cuesta ya 4.47 dólares, en México está alrededor de los 22 pesos. En los Países Bajos el precio del litro de gasolina está en 2.24 dólares, unos 45 pesos.

Por otra parte. El aumento de fenómenos naturales y la persistencia de la pandemia acentúa los graves problemas que ya se están dando por los suministros, sobre todo en los productos básicos. Se estima que sólo en lo que se refiere a la producción, la pandemia podría haber provocado la pérdida de 14 billones de dólares.

Y pese a que ya se han vacunado 4,067´387,356 personas, que son el 52.82 % de la población mundial, falta mucho para que la pandemia ceda por completo, pues es cada vez más imperceptible, porque es invisible, silenciosa y altamente contagiosa.

La industria farmacéutica por lo visto ha sido la gran beneficiada, porque las vacunas tienen un precio que los países deben asumir para proteger a su población. Y los costos unitarios oscilan de esta manera:

Moderna 740 pesos, unos 37 dólares.

Sinopharm 1,440 pesos, 72 dólares.

Sinovac 580 pesos, 29 dólares.

Coronavac 600 pesos, 30 dólares.

Pfizer 400 pesos, 20 dólares.

Sputnik 190 pesos, 9.5 dólares.

Johnson & Johnson 190 pesos, 9.5 dólares.

Cansino 80 pesos, 4 dólares.

Aztra Seneca 71 pesos, 3.55 dólares

En el mundo se han aplicado 10,076´351,383 dosis, así que considerando el precio promedio, estaríamos hablando de unos 24 dólares, así que los gobiernos se han gastado unos 241,832´433,192 dólares. Y esto se paga con los impuestos de los ciudadanos en todo el mundo. No es gratuito.