Por Fernando Nava

Durante más de 30 años Estados Unidos ha dictado las reglas del combate a los grupos criminales. Italia puso el ejemplo de las formas para disminuir la agresividad y violencia de las organizaciones criminales, pero en ningún caso se ha podido acabar con el tráfico de estupefacientes y menos aún con las estructuras criminales que a momento se han considerado desarticuladas, o como diría un procurador mexicano “un mito”, y meses o años más tarde resurgen y se descubren conexiones ya no sólo al interior de un Estado o nación, sino diseminadas en el mundo, en esas historias se encuentran algunos de estos cárteles surgidos en México.

Pero la lucha contra los estupefacientes en palabras de la DEA “es un fracaso”  no por la inteligencia que tienen los líderes para la distribución de droga, sino por su consumo. Por eso, ya no sólo buscan atacar al proveedor, sino al consumidor, para darle un golpe más fuerte a las células.

Esta razón, ha provocado que las mercancías ya no vayan directamente a EU, sino que las alianzas de cárteles llevan su droga a los países del sur, donde ya tienen una ruta trazada para migrarla a otros continentes.

Como lo documenta Stratfor, México se encuentra actualmente en “los principales actores” en comercio de cocaína. Llevándola a Europa, África y Asia.

Estas rutas, crean más líneas de investigación sobre los cárteles mexicanos, pues desde el 2010 integrantes de organizaciones como el Golfo y Los Zetas, crearon una relación con la mafia italiana, especialmente la Ndrangheta, quien buscó incrementar sus vínculos para abarcar más territorio para la cocaína y las drogas sintéticas.

Así en sociedad con los colombianos crecieron en el mercado internacional. Pues ellos, utilizan a ese país para llevar estupefacientes a otras partes de Europa.

Pero la desarticulación que hizo elgobioerno mexicano de sus principales estructuras ha impactado a Los Zetas y el Golfo, dejando al llamado Cártel del Pacífico y al Cártel Jalisco Nueva Generación en la cúspide de las organizaciones criminales mexicanas y presencia a nivel mundial.

La desestructuración no ha bastado, Los Zetas –una de las estructuras criminales más grandes y terroríficas que controlan grandes zonas de México—son un ejemplo de ellos, pues se ha ramificado hasta en Italia y qué decir del Cártel de Sinaloa, con el liderazgo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera

El que inviertan en Italia, no es coincidencia, tuvo un plan –antes y después- que permitió enviar estupefacientes.

Los capos de las mafias italianas, que ya habían sido capturados en décadas atrás, están cumpliendo sus condenas para poder salir de prisión, sin embargo, sus ‘familias’, se sabe, seguían operando pese a que sus cabezas estaban encerradas.

Los capos fueron detenidos, sin embargo, los traficantes de droga, no, por ello, se apoyaron del negocio narcomexicano, para seguir surtiendo de pasta blanca, utilizando vías marítimas para hacerla llegar.

Sacando la mercancía de México hacia los países del sur, como: Argentina y Venezuela, quienes trafican sin menor peligro para Europa, otros no utilizan directamente dicho continente, sino que llegan a África para poder subirla desde Marruecos a España y emprender la distribución.

Es por ello, que los operativos realizados por la DEA y las fuerzas mexicanas resultan no ser tan benéficas en la captura del crimen organizado, pues quienes llevan droga mexicana a otros continentes, no salen con el “sello mexicano” sino con el del país que lo recibe.

En Colombia no disminuye el cultivo de hoja de Coca de acuerdo con estadísticas de la ONU, y cada vez hay m{as ingenio para traficar la pasta blanca, (doña blanca , el talco, la línea, como se le llama en México) o el éxtasis, o la yerba a diversas partes del planeta.

Las acciones gubernamentales no bastan, más de 40 mil hectáreas destruidas anualmente y el mercado no se descompensa, y México sigue como uno de los mayores traficantes o productor de drogas.

Los cárteles mexicanos no sólo representan una amenaza para la sociedad y gobiernos locales, sino que su expansión ha logrado invadir territorios internacionales, que no son específicamente Estados Unidos;  con alianzas de grupos criminales de países de centro y Sudamérica,  las organizaciones delictivas como: el Cartel del Pacífico y el Cartel del Golfo, están haciendo llegar su materia prima a otros continentes, como Europa, África y Asia.