Por: Redacción/

Casi 80.000 familias han regresado al oeste de Mosul, en Iraq, y tienen críticas necesidades humanitarias, informó la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

“La población que retorna a Mosul necesita ayuda de todo tipo, pero la necesidad más importante es la de refugio, especialmente en la parte oeste de la ciudad. Muchos vecindarios han sido extensamente dañados o totalmente destruidos”, aseguró Andrej Mahecic, el portavoz de ACNUR, ante la prensa en Ginebra.

De los 54 distritos residenciales del oeste de la ciudad iraquí, 15 están destruidos y el resto tiene daños moderados o leves.
Además, las minas y artefactos explosivos sin estallar representan un riesgo enorme para estas personas, especialmente para los niños, advirtió Mahecic.

Añadió que también existen grandes desafíos en el acceso a los servicios básicos como el agua, la electricidad y el combustible.

Por otro lado, según las autoridades iraquíes, más del 90% de las personas que habían huido del este de Mosul han regresado a su hogares y están reanudando gradualmente su vida cotidiana, mientras que en el oeste de la ciudad solo el 10% ha intentado retornar.

Además, se reportan muchas familias emprendiendo el viaje hacia a Mosul para luego regresar al campamento de desplazados al ver que sus hogares fueron destruidos y la situación económica es crítica.

ACNUR está en el terreno distribuyendo carpas y mantas, así como otros tipos de ayuda, incluyendo dinero en efectivo.