• Para efectuar esta tarea, el INE desarrolló un modelo que apoya las actividades del Programa y, mediante el acuerdo establecido entre las dos instituciones, la UAM se comprometió a validar que accione con base en las especificaciones

Por: Redacción/

nvestigadores, alumnos y egresados de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) realizan –desde el 30 de noviembre de 2020 y hasta próximo 31 de agosto– la auditoría al sistema informático y la infraestructura tecnológica del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), con el propósito de contribuir a dar certeza a los comicios federales del 6 de junio de este año.

El ingeniero Luis Fernando Castro Careaga, jefe del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Unidad Iztapalapa, precisó que los doctores Rodrigo Díaz Cruz, rector de esa sede académica; Edmundo Jacobo Molina, secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral, y él como responsable del proyecto firmaron un convenio de colaboración, luego de que la Casa abierta al tiempo fuera elegida por el INE para llevar a cabo la verificación respectiva.

En entrevista señaló que uno de los instrumentos con los que el Instituto cuenta para asegurar la confiabilidad es el PREP, que registra la información de las actas de escrutinio de cada casilla, sumando los votos de cada acta, y genera una conclusión la misma noche del día del ejercicio democrático.

Para efectuar esta tarea, el INE desarrolló un modelo que apoya las actividades del Programa y, mediante el acuerdo establecido entre las dos instituciones, la UAM se comprometió a validar que accione con base en las especificaciones; sea seguro para resistir ataques cibernéticos, y que al inicio, durante y al cierre de su operación sea el mismo que fue probado por la Universidad.

El ingeniero Castro Careaga explicó que el funcionamiento del PREP consiste en tomar las actas de escrutinio de cada casilla para contabilizarlas y tener una versión no vinculante del conteo real de los distritos, que se efectúa a través de la suma de dichos documentos y sólo en ciertos casos que marca la ley se abren los paquetes electorales y se cuentan los votos.

El Programa no cuenta votos, sino que arrastra resultados de las actas, lo que permite conocer de manera rápida el registro oficial “con ciertas limitaciones, porque el sistema no es vinculante, como sí lo es el recuento de los distritos”.

Con el desarrollo de nuevas tecnologías es posible ahora observar la imagen del acta de cada casilla y esto puede dar cierta certidumbre de que el resultado del PREP es muy cercano al que se obtendrá luego del conteo final, que es el oficial.

Este proceso empieza una vez que se cierran las casillas, pues dicho instrumento no publica resoluciones sino hasta que la última casilla del país haya concluido; opera durante 24 horas, que es el tiempo en que se captura casi cien por ciento de las actas.

Este esfuerzo es muy complejo porque hay medidas de logística para llevar las imágenes a la contabilización y en el ejercicio que ocurrirá el próximo 6 de junio las actas físicas serán digitalizadas para que entren al sistema desde una aplicación de celular denominada PREP-Casilla, que consiste en tomar una fotografía de la misma en el lugar, lo que hará mucho más rápida su llegada.

Una vez en el esquema informático, distintos pasos garantizan que el acta se registre correctamente, esto es, que se digitalice y verifique que está referida al estado, distrito, sección y casilla correspondientes.

Con esto, la imagen será catalogada y se harán tres capturas ciegas, de las cuales al menos dos deberán coincidir para continuar al siguiente paso, consistente en una última revisión de coincidencia entre lo que dice el acta como imagen y los datos capturados. En ese momento, el resultado será publicable en el portal del PREP, lo que brinda a la ciudadanía certeza sobre la conclusión de los comicios, porque “no hay posibilidad de trucos a partir de lo que se contabiliza”.

La auditoría se requiere para dar más certidumbre y testificar la confiabilidad, mediante el trabajo de una entidad con calidad moral ante la sociedad y por ello el Instituto emitió una convocatoria a instituciones de educación superior, considerando adecuada la propuesta de la UAM.

La Universidad se comprometió a realizar tres tipos de actividades en el sistema: la primera de ellas es hacer pruebas de caja negra para autenticar que funciona como está descrito y, ante situaciones de excepción –capturas erróneas– marque los mensajes de falla y que los flujos que plantea su especificación se lleven a cabo.

Una segunda es corroborar la resistencia a ataques de hackers que pretendieran tirarlo en algún momento; esta parte se conoce como la auditoría y la prueba de seguridad informática, porque involucra revisar la plataforma sobre la cual todos los programas van a ejecutarse.

La tercera tarea tiene que ver con certificar que el día de la elección opere “el mismo sistema que nosotros probamos” en las dos líneas anteriores “para que no haya suspicacias”, en el sentido de que se probó un Programa y se utilizó otro, por ejemplo.

Además deberá asegurarse que cuando el PREP inicie, todos los datos estén en ceros y no existan actas precargadas ni cualquier otra información que no deba estar ahí, es decir, que comience en forma correcta.

También se ha pedido al grupo de la UAM inspeccionar que durante la ejecución del Programa no haya cambios y siga siendo el mismo, pues al final, cuando cierre dará fe de que se utilizó el que fue probado y generará un conjunto de referencias que resuma el resultado final, quedando establecido que “nosotros lo obtenemos a partir de los datos del sistema” y todo será frente a notario público.

Estas líneas –pruebas de caja negra, auditoría, análisis de seguridad informática y validación de que funciona adecuadamente el día de la ejecución– son en resumen los compromisos entre la Universidad y el INE.

La Casa abierta al tiempo fue seleccionada para realizar esta auditoría porque cuenta con personal especializado en programas de software, seguridad informática y elaboración de procesos de validación de sistemas, lo que significa que tiene el conocimiento y las capacidades para desarrollar un proyecto dirigido a atender los requerimientos solicitados y en el que participan 23 alumnos –de las licenciaturas en Computación y en Ingeniería Electrónica– junto con cuatro profesores y miembros de una red de egresados, uno de ellos el maestro José María Campaña Valenzuela, matemático por la Unidad Iztapalapa.

La intervención en estas iniciativas fortalece la vinculación a través de una acción directa de gran interés para la sociedad, a la que “podemos decir que confíe en este mecanismo, respaldado por nosotros, no por quedar bien, sino porque hicimos las labores necesarias” para certificarlo.