• La UAM pronto contará con el Sistema Institucional de Archivos, a partir del cual se impulsarán las mejoras necesarias para la sistematización y disposición de la información de esta casa de estudios.

Por: Redacción/

La transparencia se ha convertido en componente infaltable entre los valores de una sociedad democrática que llegó para quedarse y ya no es posible soslayar su importancia, aseguró el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

“Como instituciones de educación superior estamos obligados a ofrecer la información que nos sea solicitada por cualquier persona, sea parte de nuestra comunidad o no y no debemos verlo tan sólo como una obligación sino como una oportunidad para interactuar con la sociedad en un escenario de cooperación abierta que genera confianza”.

En la sesión de clausura del Taller Transparencia y rendición de cuentas universitarias, sostuvo que para la Casa abierta al tiempo estos preceptos han sido fundamentales desde el día cero de su gestión, “y después de las diez sesiones del curso redundará en el mejoramiento de nuestras prácticas y procesos institucionales, así como en el fortalecimiento de nuestro compromiso social como institución de educación superior pública”.

La UAM pronto contará con el Sistema Institucional de Archivos, a partir del cual se impulsarán las mejoras necesarias para la sistematización y disposición de la información de esta casa de estudios, porque “estamos convencidos que al actuar con integridad desde los espacios donde se genera el conocimiento e información creamos un impacto positivo en el cumplimiento de nuestras tareas y fortalecemos la gestión”.

Ante el Instituto de Acceso a la Información, la universidad está evaluada con el 100 por ciento, lo que implica “que tenemos un reglamento e interés por honrar el compromiso con la transparencia”, apuntó.

En su carácter de presidente del Consejo Regional del Área Metropolitana de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (CRAM-ANUIES), e doctor Peñalosa Castro reconoció que la capacitación ha sido un buen espacio para promover las buenas prácticas en universidades públicas y privadas, así como difundir y comparar portales y plataformas proactivas que empujan también a formadores sociales.

Durante diez sesiones se abordó un tema trascendente, aunque relativamente nuevo toda vez que apenas en 2007 se reformó el Artículo 6 de la Constitución para establecer como pública toda información en posesión de cualquier entidad, autoridad, órgano, organismo y otros entes que reciban o ejerzan recursos públicos.

Después de más de 30 años de lucha constante por mayores libertades y acceso a las esferas donde se toman las decisiones, “la sociedad es cada vez más participativa, exigente y conocedora de su derecho a la información, demanda que las instituciones tendríamos que contribuir a resolver”.

El acceso a la información, transparencia y rendición de cuentas tienen un gran impacto dentro de las instituciones de educación superior “puesto que contribuyen a generar certeza y confianza en nosotros por parte de la sociedad a la que nos debemos”, subrayó.

“Estamos conscientes que además de formar profesionales que puedan desempeñarse con éxito en el campo laboral, también estamos cumpliendo con una función básica de las sociedades democráticas que es la formación de ciudadanos críticos, responsables, conscientes de su entorno social y de la necesidad de participar en su mejoramiento”.

La doctora María Marván Laborde, académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso que el reto de las universidades públicas es ejercer la transparencia como sujetos obligados, enfrentando los nuevos desafíos de la Ley General de Transparencia para convertirse en promotores de los derechos tutelados en la Ley de Información a través de materias específicas dentro de los planes de estudio que imparten.

La ley citada, “se volvió muy complicada al contener más de 215 artículos, a diferencia de la que databa de 2002 que pecaba de sucinta al contener sólo 17, mientras que ahora tenemos 48 que se despliegan en muchos pues hay fracciones que tienen hasta 20 incisos, algunos especiales para las casas de estudio generando muchos problemas para su implementación”, advirtió la ex comisionada presidenta fundadora del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

El maestro Ángel Trinidad Zaldivar, miembro del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Local Anticorrupción de la Ciudad de México, coincidió en que si bien la ley de 2002 tenía algunos defectos, “para su tiempo fue una norma de avanzada que fue copiada y ejemplo para otros países”.

Las diez sesiones del Taller Transparencia y rendición de cuentas universitarias –celebradas entre el 3 de noviembre y el 1 de diciembre– estuvieron dirigidas a instituciones integrantes del CRAM-ANUIES, alumnos y público en general con el propósito de brindar elementos de análisis para reflexionar sobre la importancia y utilidad de la transparencia en la vida universitaria cotidiana, así como el derecho al acceso a la información y la rendición de cuentas como herramientas para empoderar a las y los estudiantes, el fortalecimiento institucional y la generación de confianza social.