Por: Redacción/

En el cierre del seminario internacional La transformación histórica del régimen mexicano en un contexto global: los retos para el nuevo sexenio, académicos y expertos coincidieron en que la transformación profunda y la erradicación de los problemas en México significarán la renovación moral.

En la mesa Corrupción y renovación moral, moderada por Irma Eréndira Sandoval, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Stephen Morris, académico de la Middle Tennessee State University, Estados Unidos, afirmó que México cuenta con herramientas para combatir la corrupción, a partir de la construcción de un liderazgo que promueva el ejercicio crítico y activo de las instituciones y de la sociedad civil.

El tiempo para abatir el problema es reducido, y el compromiso debe residir en arrancar al Estado de las redes de corrupción, dijo en el auditorio Alfonso Caso.

José Agustín Ortiz Pinchetti, abogado y escritor, advirtió que la valentía, más que la voluntad política, es la principal virtud que debe tener el nuevo dirigente del país para emprender el largo camino que constituye la lucha contra la corrupción, además de la consistencia económica, el apoyo popular organizado y un buen marco legal.

En tanto, Santiago Nieto, futuro titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, habló de los modus operandi de las redes de corrupción en el país: la financiera constituye uno de los principales problemas que deberán analizarse y combatirse desde la futura administración, siendo el uso pleno de la Constitución vigente una de las principales garantías.

Luz Mijangos, excontadora mayor de Hacienda del Distrito Federal, invitó a repensar el concepto de eficiencia respecto a los esfuerzos por combatir la corrupción. Las sinergias, la transparencia y la voluntad política para agilizar procesos, son elementos fundamentales para lograrlo.

Participación ciudadana y cambio social

En la mesa ¿Qué significa y cómo medir la “Cuarta Transformación”?, Jorge Linares, director de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, comentó que es necesaria una participación ciudadana amplia para construir un nuevo pacto social y así lograr la transformación moral, vinculada con valores como la cooperación, la solidaridad, las redes de apoyo y su cobijo por las instituciones.

Para Héctor Díaz Polanco, académico del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), la transformación vendrá con la cualificación de la militancia; es decir, determinar con mayor empeño quién forma parte de las filas de un partido.

La construcción de una estructura de formación política hará posible evitar que la ciudadanía despolitice y deshistorice los cambios venideros, asumiendo a la postre posturas individualistas como las suscitadas recientemente en países como Brasil.

De igual importancia es la existencia de una “profundización ético-política” en el partido y en la forma de gobernar, pues sin ella será imposible contener las tendencias centrífugas que ocurrirán como resistencia al cambio.

Enrique Dussel, filósofo e historiador, invitó a pensar el concepto de transformación desde lecturas que rebasen los alcances de la histórica dicotomía de la reforma y la revolución, en un momento en que el poder del pueblo debe ser indisoluble de las nuevas propuestas. Debe ser obligatorio el consenso desde la dinámica del gobierno, pero también alimentar la organización de esa participación como parte de una sociedad que aspire a más que el reformismo.

En su participación, Daniel Márquez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, advirtió que los cambios promovidos por el nuevo gobierno deberán partir de herramientas liberales, pero su mayor compromiso debe estar en renovar los principios que guíen una nueva ideología y evitar que “el neoliberalismo se disfrace de transformación e impacte directamente en las estructuras de gobierno”.

Conferencia magistral

En la conferencia magistral Retos para la transformación del Estado y el régimen político en México, Juan Carlos Monedero, académico en la Universidad Complutense de Madrid, España, instó a pensar en narrativas de esperanza y no de miedo, para promover los cambios necesarios.

Acompañado por John Ackerman, titular de Diálogos por la Democracia y coordinador del encuentro, Monedero llamó a alejarse de sesgos racistas y sexistas, propios de la derecha ideológica, para alimentar las agendas pendientes desde una mirada interseccional, y a reconocer que en cada rincón de la historia de México existen resistencias que deben ser herencias vivas en las nuevas formas de gobernar.

Enfatizó la importancia de utilizar las calles y las instituciones para tomar decisiones y ejercer el poder, para evitar que “los partidos se vacíen y el trabajo deje de hacerse en donde las cosas suceden, que es en las bases”.

La clausura del evento contó con la participación del coordinador de Humanidades, Alberto Vital, quien aplaudió el valor de ejercicios de reflexión como este seminario, al tiempo que reconoció el trabajo de la iniciativa Diálogos por la Democracia.