Por: Redacción

“Los juristas son, en el sentido más amplio de la expresión, librepensadores, porque su libertad está cobijada en el conocimiento, en la capacidad de interpretar y de imaginar sin influencias externas ni dogmáticas el rumbo de la justicia y del derecho”, puntualizó el rector Enrique Graue en la ceremonia de reinstalación del Claustro de Doctores de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Para contribuir a formar con mayor rigor a las nuevas generaciones de juristas, ampliar la vinculación académica de la UNAM con otras universidades, promover el debate e intercambio de ideas entre la comunidad universitaria de todo el país, y constituirse como referente obligado de consulta para la toma de decisiones, generación de iniciativas y reformas legislativas, se reinstaló  dicho Claustro de Doctores.

“Hoy refrendamos el compromiso con la excelencia y con la constante generación de conocimiento jurídico”, destacó el rector Enrique Graue Wiechers en la ceremonia de reinstalación, realizada en la Antigua Escuela de Jurisprudencia.

En el patio principal del recinto del Centro Histórico, recordó que en 1960, durante la conmemoración de los primeros 10 años del doctorado en Derecho, el entonces rector Nabor Carrillo instauró el claustro en las instalaciones de Ciudad Universitaria.

Por ello, es un privilegio estar en esta ceremonia que conjuga los mejores valores universitarios de tradición, identidad, espíritu de superación, conocimiento y libertad, dijo el rector a los cerca de 500 integrantes del claustro reunidos en el patio principal del inmueble ubicado en San Ildefonso 28.

Raúl Contreras Bustamante, director de la FD, destacó que el claustro une e identifica a los juristas en el ánimo por conquistar el conocimiento, la pasión por el derecho, la vocación de investigar y transmitir el conocimiento y el amor por la juventud.

La realidad social de México exige incrementar el ritmo y la calidad en la educación, unir voluntades y crear un frente donde las voces y todas las fuerzas se encaminen hacia el mismo objetivo. Por ello, “nos comprometemos a aportar todos nuestros esfuerzos, conocimientos, talentos y capacidades al servicio de las mejores causas”.

María del Socorro Marquina Sánchez, secretaría Académica de la facultad, destacó que en esta nueva etapa de reconformación, el claustro está conformado por cerca de medio millar de integrantes “y las mujeres representamos el 25 por ciento de la totalidad y, sin duda, cada día, se sumarán más gracias a la equidad de género y la igualdad de oportunidades”.

Con el esfuerzo de todos, debe convertirse en un cuerpo colegiado académico que, por su labor, seriedad, pericia y experiencia, sea el referente obligado de consulta de los gobiernos en los distintos ámbitos de validez territorial, para la toma de decisiones, generación de iniciativas y reformas legislativas y la construcción de estrategias orientadas a un desarrollo económico sustentable del país.

Hugo Ítalo Morales, presidente del claustro, subrayó que la organización es precursora en América Latina y ejemplo para universidades de la región y europeas. En los primeros años sumó a los grandes maestros del exilio español, quienes a lado de notables juristas mexicanos impartieron cátedra y abrieron nuevos cauces en el conocimiento del derecho.

Su finalidad es contribuir a la vinculación académica de la UNAM con otras universidades en tareas de docencia e investigación, fomentar la actualización del acervo jurídico y analizar temas vinculados con el derecho, a través del debate e intercambio de ideas entre la comunidad universitaria de todo el país.

En la ceremonia estuvieron presentes los titulares de la Secretaría General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas; de la Secretaría de Atención a la Comunidad Universitaria, César Iván Astudillo; la abogada General, Mónica González Contró, así como el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Pedro Salazar Ugarte, y exdirectores de la Facultad de Derecho, entre otros.