• El caso de Amílcar Sandoval, hermano de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval y cuñado del “neointelectual orgánico” John M. Ackerman es el caso de más riesgo, pues tiene una estrategia de “fuego amigo” abierta y por varios flancos.

Por: Israel Mendoza@imendozape

Contrario a sus pronósticos, algunos superdelegados se quedaron con las ganas de pasar de “vicesecretario” de los programas sociales de la cuatroté a gobernadores. El caso de Amílcar Sandoval, hermano de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval y cuñado del “neointelectual orgánico” John M. Ackerman es el caso de más riesgo, pues tiene una estrategia de “fuego amigo” abierta y por varios flancos.

Y es que el pacto de civilidad firmado por los aspirantes de Morena a las 15 gubernaturas que estaban en juego quedó en letra muerta. La disputa interna creció por la serie de intereses exógenos, principalmente por los grupos que orbitan como satélites a las costillas de Morena y de los propios candidatos.

Como ejemplo de esta creciente ola de desaguisados están los aspirantes perdedores en Guerrero, Chihuahua, Tlaxcala, Colima y Zacatecas. Ellos simplemente amagaron con impugnar los resultados de las encuestas que calificaron de “cuchareadas”, opacas o incluso de imposiciones.

Sin duda, el papel de Gabriel García, jefe de los superdelegados para los programas sociales, fue fundamental para entender la manera en que se trabajó para designar a los candidatos. La cercanía de este funcionario con el Presidente no les garantizó tener el pase automático a la candidatura y en muchos casos sólo fueron utilizados por este funcionario.

A final de cuentas, Mario Delgado fue claro: “A aquellos que buscan la judicialización hay que hacerlos entender que en Morena no se lucha por cargos, sino por el proyecto de transformación del país. No resultan favorecidos en alguna encuesta y les gana la ambición personal”.

El problema se centra en la famiglia Sandoval ya que Irma Eréndira posee información y tiene mano para buscar sanciones contra funcionarios del gabinete y por ahí puede entrar el golpeteo. Es decir, la vendetta a todas luces. Por otro lado, tiene a su consorte Ackerman en plena difusión de que Morena es un partido que recurre a “viejas prácticas” y con perfiles cuestionables.

Desde ese momento, la famiglia ya comenzó a disparar el “fuego amigo” en defensa de Pablo Amílcar Sandoval, ex delegado federal en Guerrero y hermano de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, él ya explotó contra los resultados de la encuesta, su cuñado utiliza los medios de comunicación en los que trabaja para llevar escritos propagandísticos y no de análisis en defensa de Amílcar y críticos contra la dirigencia de Mario Delgado.

Sin duda la estrategia de seleccionar candidatos por encuesta es una opción recurrente en la que prevalece una visión pragmática de colocar a los candidatos más competitivos por encima de priorizar a las bases del partido.

A final de cuentas es una opción tan legítima como una elección en asamblea de delegados siempre y cuando exista consenso y transparencia a lo largo de todas las fases: diseño de la muestra y cuestionario, cuál es la firma encuestadora a cargo, la publicación de resultados… Es un tema de democracia interna que invariablemente repercute en la imagen del partido, pero lo que está en juego es la credibilidad del partido en el poder y no darles gusto a los caprichos de “famiglias” por demás intrigantes que disparan en contra del partido que les dio poder.