Por: María Manuela de la Rosa Aguilar/

Las fuerzas armadas hoy día son complejas burocracias al servicio del Estado y al régimen político de cada país, lo mismo de una república que de una monarquía.

Todo ejército o fuerza armada está constituido por una estructura piramidal, en la que hay una jerarquía específica que rige la cadena de mando, lo cual conlleva a una serie de deberes y privilegios que son adquiridos de acuerdo al tiempo en la institución y a los méritos adquiridos por cada uno de sus integrantes.

Dichas posiciones y privilegios no se otorgan a la persona en sí, sino al cargo que y al grado que cada una ostente. Y esto se rige por un estricto protocolo.

Por ejemplo, a un mismo grado, tiene precedencia en este orden:

El cargo, si tienen el mismo o similar, se toma en cuenta la antigüedad, de ser la misma, la edad, incluso por días.

Todo ejército se rige por normas, plasmadas en Leyes y reglamentos internos, por lo que prácticamente funciona como una maquinaria, en donde las acciones de mando son predecibles, lo que se ordena se cumple y no hay margen para que esto no suceda, ya que de lo contrario cada militar podría incurrir en una falta que sería castigada, incluso en un delito, cuando se trata de desobediencia. Así que la más mínima omisión tiene consecuencias.

Y si bien es muy importante el liderazgo que los mandos ejerzan, éste se ejerce de manera formal, debido al grado y cargo que se ostente, así que esa manera impersonal garantiza que cualquier cambio de personal no influya de manera determinante en la institución como sí pasa en las grandes corporaciones empresariales o en el gobierno. Y esta continuidad es la que no sólo garantiza su institucionalidad, sino su fortaleza. Y vaya que es importante, porque de ello depende toda una nación.

La estructura militar está tan bien constituida que cada uno tiene una función específica, no sólo por su rango, sino por su especialidad. Así que existen en primera instancia dos grandes sectores: las armas y os servicios.

Las armas: infantería, caballería, artillería, arma blindada, ingenieros y fuerza aérea.

Los servicios: sanidad, administración, cartografía, justicia militar, ingenieros, materiales de guerra, transmisiones, transportes, intendencia, veterinaria y remonta, veterinaria, meteorológico, control de vuelo, material aéreo.

El ejército está al servicio de una entidad abstracta y no de un grupo o de una persona específica, ya que es el Estado al que sirve y éste es la expresión más pura de la población, el territorio y el gobierno.

Tampoco se constituye con bienes y recursos que sirvan al mercado, sino a un fin de trascendencia, al sostenimiento de una nación, a su estabilidad. No producen bienes de consumo, sino un producto llamado seguridad, que es un intangible del más alto valor para la estabilidad de cualquier nación. Así que tampoco es susceptible de venta o enajenación, sino que es una organización permanente, que requiere tener un sistema de renovación continua, no sólo en sus instalaciones, equipo y armamento, sino en el personal que lo integra. Por eso cualquier ejército tiene un riguroso sistema de promociones, que no son únicamente un incentivo para el personal, sino que es una manera de asegurar los cuadros de mandos experimentados y con un gran sentido de pertenencia.

Un elemento indispensable y característico de toda organización militar es la disciplina, que no se refiere a una obediencia ciega, sino razonada, normada y reglamentada, basada en el reconocimiento y respeto a las jerarquías, así como a los valores de lealtad y subordinación que deben prevalecer, en un marco de respeto y consideración mutua, dentro de una institución que goza de legitimidad y de una ascendencia histórica por excelencia, a lo cual ningún ejército del mundo se substrae.

Y esa es la gran fuerza de un país y la clave para la gran efectividad de cualquier ejército, que es capaz de llevar a cabo las más increíbles proezas. Así vemos como se han construido edificaciones y fortalezas, cómo se logra intervenir en muy diversos casos de desastres naturales, de epidemias, etc. La capacidad de las fuerzas armadas no sólo está para la guerra, sino para muy diversas contingencias

Los ejércitos no sólo sirven para la guerra y para lucir en los desfiles, son el garante de la soberanía de cualquier país y asimismo reflejo de su esencia, de su historia y de la sociedad a la que pertenecen y sirven.