Por: Redacción/

La enseñanza a los niños sobre cómo actúan los medicamentos en el organismo humano puede ser vital, pues la comprensión del uso correcto de los mismos mejoraría su vida en el futuro, expuso el doctor Diego Prada García, adscrito al Hospital Infantil de México Federico Gómez.

Los fármacos pueden ingresar al cuerpo mediante inyecciones, ingesta oral, absorción de la piel o las vías sublingual o anal, pero en todos los casos se liberan a través de diminutas moléculas transportadas a través de la sangre, donde una vez depositados –como ocurre con los nutrientes de los alimentos– el principio activo se distribuye por todas las células, colocándose en las proteínas llamadas receptores, lo que desencadenará una respuesta que hace que trabaje o se quede bloqueado para detener una función.

Las medicinas intervienen contra los receptores, semejante a “un rompecabezas, ya que las proteínas poseen millones de variaciones en un solo cuerpo y son encajadas por formas específicas”, señaló el investigador.

Estas moléculas parecen un collar de cuentas extendidas de 20 tipos de colores que al soltarse se enroscan de modo diferente, pero siempre compacto y la medicina que corre por la sangre encuentra un espacio en su forma cuando está mal y se pega para corregir cómo moverse o su función.

Cuando es de consumo oral debe suministrarse de pie o sentado e incluso en el caso del ibuprofeno es aconsejable mantener una posición erguida durante unos minutos y siempre ingerirse con gran cantidad de agua simple, pero en ninguna circunstancia es recomendado partir, machacar o disolver la pastilla.

Todos los antibióticos líquidos deben dosificarse evitando el uso de cucharas para su medición; los efervescentes ponerse en medio vaso de agua para ser bebidos hasta que estén disueltos por completo y, si se duplican u omite la dosis será preferible continuar con la siguiente, sin modificar ni la porción ni la frecuencia.

Una vez concluida su labor, el medicamento continuará circulando en la sangre hasta llegar al hígado, donde terminará por ser desdoblado y posteriormente desechado, por lo que es importante mantener dicho órgano sano para garantizar la expulsión de la medicina.

Desde hace tres años, el doctor Prada García trabaja, junto con la doctora Liliana Moreno Vargas, en la puesta en marcha de la Unidad de Investigación en Biología Computacional y Diseño de Fármacos, en el Hospital Infantil, donde abrieron líneas de investigación para el desarrollo de medicamentos.

El egresado de Física de la Universidad de Zaragoza, su ciudad natal, realizó una tesis doctoral en estudios sobre la simulación del comportamiento de las proteínas, así como una estancia posdoctoral en Alemania y un año más en el Hospital Monte Sinaí en Nueva York para luego llegar a México. Recientemente dictó la conferencia ¿A dónde van las medicinas que tomamos cuando entran al cuerpo? en el Centro Cultural Casa de las Bombas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).