Por: Redacción/

Ante los desafíos que enfrentamos como sociedad, ahora más que nunca se debe tener presente a la bioética, una rama de la ética aplicada que nos permite reflexionar, deliberar y hacer planteamientos normativos y de políticas públicas, para regular y resolver conflictos en la vida social, especialmente en las ciencias de la vida, así como en la práctica y en la investigación médica, señaló el comisionado Nacional de Bioética (Conbioética), Manuel H. Ruiz de Chávez.

Durante el Foro de la ciencia renacentista a la ciencia actual. Lecciones a futuro para la Bioética, como homenaje a 500 años del aniversario luctuoso del pintor y científico Leonardo Da Vinci, el titular de la Conbioética subrayó que la bioética y la salud son imprescindibles en el quehacer médico, por lo que es tarea de todo el personal de salud cuidar que la atención a los pacientes sea otorgada con ética.

Ruiz de Chávez apuntó que en el país se impulsa el desarrollo de la bioética a través de la Conbioética, que es un órgano normativo y consultivo de la Secretaría de Salud, así como de instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil, para generar políticas que respondan a la realidad de México.

En este contexto, Ruiz de Chávez dijo que las lecciones de Da Vinci representan una fuente de inspiración y orientación invaluable para quienes se desempeñan en el ámbito de la práctica científica y la atención de la salud, con la finalidad de construir un mundo mejor.

Apuntó que en los próximos años se plantea la generación de hospitales inteligentes y aplicaciones móviles que facilitarán el seguimiento del estado de salud de los pacientes, en estos casos la bioética debe actuar para garantizar la protección de los datos o evitar el uso inadecuado de los mismos.

La Comisión Nacional de Bioética, como órgano consultivo y rector de la Secretaría de Salud, tiene el mandato de promover el conocimiento y aplicación de la Bioética en el ámbito científico, de la tecnología y la salud con una perspectiva social y global, manteniendo una estrecha vinculación con ONG e instancias de educación superior, con el objeto de arraigar una cultura de la bioética en los tres niveles de gobierno, así como recoger la riqueza del mosaico social y cultural de las entidades federativas, sin omitir que ha sido fundamental el apoyo de los ejecutivos y servicios estatales de salud en la consolidación de este modelo.