Por: Redacción/

El senador Joel Molina Ramírez, del Grupo Parlamentario Morena, exhorta a las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y de Salud federal para que fortalezcan la coordinación e intensifiquen la vigilancia, control y supervisión de los centros de engorda, sacrificio y distribución de carne de animales para consumo humano, para evitar el suministro de clembuterol y la venta de carne contaminada con el fármaco.

Molina Ramírez solicita, mediante un punto de acuerdo, a ambas dependencias federales aplicar y dar seguimiento, dentro de sus respectivas áreas de competencia, a las sanciones correspondientes a quienes suministren clembuterol a animales para el consumo humano y a quienes los sacrifiquen y comercialicen la carne contaminada con dicho fármaco.

El senador por Tlaxcala señala que pese a que la Ley Federal de Sanidad Animal establece en sus artículos 172 y 174 penas de cuatro a ocho años de prisión y multas de 500 a tres mil salarios mínimos vigentes para quien suministre clembuterol al ganado destinado al consumo humano, es evidente que mucha carne contaminada, principalmente en zonas rurales y suburbanas, escapa al control y supervisión de la SADER y de Salud, por lo que es consumida por los mexicanos con las consecuentes repercusiones en su salud.

Subraya que el clembuterol es un fármaco broncodilatador que se aplica en tratamientos de enfermedades respiratorias y para la pérdida de peso, pero dadas sus características anabolizantes es utilizado de manera ilegal en la engorda de ganado, ya que incrementa la cantidad de musculo y disminuye la proporción de grasa, lo que da mayores ganancias para al ganadero.

Se trata de un fármaco que, al transmitirse a los humanos vía consumo de carne contaminada, puede desencadenar problemas cardiacos y cancerígenos, por lo que datos divulgados por la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la sustancia se detecta cuando las personas presentan “taquicardia y temblor de manos” y puede ser peligroso, incluso fatal, en aquellas que tienen cardiopatías.

Asimismo, el senador de Morena detalla que datos de la misma universidad indican que el cuerpo humano no desecha en su totalidad los residuos del fármaco, lo que puede afectar la glándula tiroides y presentarse problemas metabólicos crónicos, nerviosismo, dolor de cabeza, aumento de la transpiración, insomnio, espasmos musculares, aumento de la presión sanguínea y náuseas.

En este sentido, sostiene que corresponde a la SADER fomentar y proteger la producción pecuaria mediante la aplicación de medidas zoosanitarias, tendientes a prevenir, controlar y erradicar enfermedades y plagas de los animales, con la finalidad de cuidar la salud de éstos y la del hombre, y la Secretaría de Salud ejercer las atribuciones de regulación, control y fomento sanitario, mediante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.