Por: Redacción/

La pandemia de COVID-19 es un acontecimiento global que rompe la continuidad aparente entre pasado y el futuro, y tensiona el espacio de experiencia y el horizonte de expectativas, afirmó Guadalupe Valencia, coordinadora de Humanidades de la UNAM.

En el cierre del ciclo “COVID-19. Reflexiones en torno a la pandemia”, organizado por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), Valencia señaló que derivado de la emergencia sanitaria los futuros se vuelven más inciertos. “Este acontecimiento nos ha puesto en un plano de total incertidumbre, porque es un fenómeno nunca antes visto, aunque haya antecedentes”.

El momento que se vive es estimulante y productivo desde el punto de vista intelectual, pues “ha dado para muchas reflexiones en el mundo”, pero hay cierta premura en su interpretación. La dimensión de este acontecimiento requiere de narrativas, encontradas o enfrentadas, sobre cómo pensar la pandemia y situarla en una trama histórica que la haga comprensible, expuso.

En la historia de la humanidad han ocurrido pandemias mundiales, pero no globales, como la actual, “en el sentido que sucede una sola vez en todo el planeta e involucra a localidades donde el virus no ha llegado, pero que han sido afectadas por su dinámica. Todo se puede leer hoy en clave COVID”, dijo.

Reflexiones sobre la pandemia

Durante el ciclo de reflexiones, académicos del CEIICH analizaron las tareas que plantea la “nueva normalidad”.

Este virus nos ha hecho asumir, de un día para otro, un estado de incertidumbre, “no ha quedado más que vivir inciertamente lo que puede suceder mañana, y acreditar la casa como nuestra nueva socialidad”, resaltó Maya Aguiluz.

En la mesa “Los desafíos de la realidad pos-COVID-19”, moderada por Víctor Méndez, y en la que también intervinieron José Amozurrutia, Margarita Maass, Ricardo Mansilla, Olivia Tena y Aimée Vega, Patricia Castañeda Salgado hizo un llamado a repensar la teoría, los puntos de vista teóricos en diversas áreas.

Raúl Contreras Román manifestó que existe un desencaje de tiempos políticos y económicos, con respecto a los de la pandemia. “Las dimensiones temporales las podemos notar cuando escuchamos que alguien dice que los días suceden como si nada, sin diferenciación”.

Por su parte, Olivia Gall indicó que en México se debe tener mayor rendición de cuentas en los programas enfocados a la población en situación de pobreza. “Hay más discurso ideológico que cuentas claras”.

Para José Gandarilla Salgado esta etapa ha conjuntado la incertidumbre con la desigualdad, y el “virus neoliberal” ha hecho que los grandes Estados capitalistas ya hayan comprado millones de dosis de vacunas contra el SARS-CoV-2, antes de tener la fórmula.

Haydeé García Bravo hizo un paralelismo entre la asfixia retratada por George Floyd, afroamericano asesinado por policías en Estados Unidos recientemente, y la falta de aire en los enfermos de COVID-19, para asegurar que el sistema es el verdadero asfixiante.

Con ella coincidió Jorge González, quien remarcó que es el sistema el que está verdaderamente enfermo, porque tiene “un grado muy alto de vulnerabilidad”, situación que se ve retratada en que ahora las rutinas de trabajo se han modificado tanto, que algunas personas laboran más que antes del inicio de la pandemia.

Finalmente, Tommaso Gravante señaló que en las protestas que han surgido a lo largo de la pandemia se ha hecho evidente el activismo de base, que pasa de una dimensión local a una territorialización social; es decir, la búsqueda y organización de un tejido social.