Por: Redacción/

La diputada Laura Angélica Rojas Hernández (PAN) hizo un llamado a que las políticas del gobierno federal, como responsable de la gestión de las fronteras, sean apegadas al Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), adoptado por México en diciembre de 2018.

“Por supuesto no se trata –y quiero ser muy clara en esto como una posición personal- de no gestionar las fronteras, de no regular la migración”. De hecho, dijo, el pacto parte de que no hay fronteras abiertas en el mundo, sino para que la movilidad humana sea ordenada, segura y regular, tiene que estar sometida a procesos, reglas y, principalmente, basarse en el respeto de los derechos humanos”.

Al hablar desde la tribuna de la Comisión Permanente, subrayó que el gobierno federal tiene que hacer su trabajo como gestor de las fronteras garantizando la seguridad y, sobre todo, el respeto irrestricto a la dignidad y a los derechos humanos; sin embargo, afirmó, “eso no fue lo que vimos la semana pasada”.

“Hago este llamado con respeto y responsabilidad, porque el Legislativo es el que debe supervisar al Poder Ejecutivo. Respaldamos lo que se tenga que hacer, pero que sea a través del respeto a los derechos y la legalidad debida”, recalcó.

Manifestó que el pacto no debe considerarse como un instrumento internacional más, sino como algo de lo que México fue artífice. “Si bien no hay una vinculación legal, sí hay una de tipo moral por haberlo suscrito. Además, nuestro país promovió la negociación para lograrlo; fue uno de las dos naciones que co-facilitó ese proceso”.

De acuerdo con los 23 objetivos establecidos por el pacto, dijo, México necesita eliminar toda forma de discriminación, proporcionar a las personas el acceso a servicios básicos, usar la detención como último recurso y colaborar para facilitar el regreso en condiciones dignas.

Recordó que México adoptó ese pacto en diciembre de 2018, y cobró relevancia porque por primera vez en la historia el fenómeno migratorio se incluyó en la agenda de la Asamblea General de la ONU.

Eso significó que la migración entró por la puerta grande de la ONU, lo que representó un triunfo para nuestro país y quienes impulsaron esa agenda que, además, es un tema que históricamente ha sido sensible para México, porque hemos vivido y convivido con la migración y sus efectos.