Por: Redacción

Para mejorar nuestra calidad de vida y preservar las especies de flora y fauna mexicanas es importante mantener el equilibrio entre el crecimiento desmesurado de las ciudades y las áreas verdes conservadas, afirmó Antonio Lot Helgueras, investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM y ganador del Premio a la Conservación de Recursos Naturales Enrique Beltrán.

El galardón, otorgado por The Wildlife Society de México, le fue entregado a quien fuera secretario ejecutivo de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA) por sus aportaciones al cuidado medioambiental y al manejo de un área natural urbana protegida y singular.

Lot Helgueras fue director del IB, jefe de la Estación de Biología Tropical Los Tuxtlas, presidente de la Sociedad Botánica de México y vocal ejecutivo del Consejo Nacional de la Flora de México.

Ha desempeñado diversas funciones por invitación, entre las que destacan las de miembro del Comité Nacional de Humedales Prioritarios de la Conanp (Semarnat) y de los consejos Internacional Editorial de la revista Acta botánica mexicana y del editorial de Flora de Veracruz, ambas del Instituto de Ecología (Inecol).

Trayectoria

Los méritos del académico para recibir la presea se dividen en dos vertientes: sus estudios en la flora de los humedales en México y su participación en el cuidado de las reservas naturales.

“Esta distinción me anima a continuar mi labor y a contribuir al conocimiento de la conservación de los ecosistemas de México. Al ingresar al IB tuve a mi cargo la reserva ecológica de Los Tuxtlas, Veracruz, bajo cuidado de la UNAM desde 1966. Se trata de una zona importante para América, pues es la selva alta perennifolia más al norte del continente y alberga una gran variedad de hongos, plantas, insectos, mamíferos, aves, reptiles y anfibios”, expuso.

Se trata de un área delicada porque su flora y fauna son sensibles a los cambios microclimáticos y a las intervenciones humanas. Es una suerte de isla rodeada por la deforestación, que ha perdido algunas especies; para evitar su deterioro es preciso rodearla de un cinturón amplio de amortiguamiento, planteó Lot.

El Pedregal de San Ángel

Como secretario ejecutivo de la REPSA se ocupó no sólo por conservar el lugar, sino por explicar por qué su mantenimiento es esencial para la urbe. El sitio, formado por un matorral bajo, se ubica sobre roca volcánica y alberga cientos de especies vegetales y animales.

Es la única reserva ecológica en un campus universitario en el mundo y tiene gran valor para la Ciudad de México por ser un pulmón mitigador del ruido y la temperatura, y optimizador de la humedad ambiental en una zona mayoritariamente pavimentada. Sus 237 hectáreas equivalen al 33 por ciento de CU y son un laboratorio para investigadores de la UNAM y externos.

Por su posición geográfica, México es uno de los países más biodiversos, de ahí la relevancia de la educación medioambiental como una vía para instruir a la ciudadanía, incluidos gobernantes, funcionarios y tomadores de decisiones, concluyó.

El premio lleva el nombre de Enrique Beltrán, primer biólogo profesional de México, quien en 1952 fundó el Instituto Mexicano de Recursos Naturales Renovables y en 1958 fue secretario Forestal y de la Fauna en la Secretaría de Agricultura y Ganadería. Anteriormente este reconocimiento le fue otorgado al investigador emérito Bernardo Villa, también del IB.