Por. Redacción/

A fin de prevenir y evitar cualquier intento de fraude electoral que dé paso a otros seis años de estancamiento económico, violencia generalizada y rezago nacional como los padecidos por el país en el actual sexenio, el diputado Omar Ortega Álvarez exhortó a la ciudadanía a ejercer sus derechos democráticos el próximo 1 de julio.

El coordinador de Proceso Legislativo del GPPRD en la Cámara de Diputados señaló que no es suficiente con que haya enojo generalizado contra el gobierno priista-pevemista de Enrique Peña Nieto por tantas afrentas perpetradas contra la nación, sino que es necesario que ese enojo se traduzca en un contundente voto de rechazo hacia ese gobierno.

Advirtió que en la estrategia del PRI-PVEM para permanecer en el poder otros seis años, están diversas acciones entre ellas desde luego el fraude electoral, pero para esto debe crear cierto entorno que se lo permita, un entorno que se basa en el abstencionismo de la población.

Ejemplificó con el caso del Estado de México, donde a mayor participación de los votantes, menos porcentaje de votos para el PRI-PVEM, debido a que éste cuenta con una clientela electoral más o menos estable.

“Si suponemos que el PRI-PVEM sólo manipula a 15 por ciento del 100 por ciento del electorado -es decir, del padrón electoral- y que el día de la elección sólo vota el 50 por ciento de este padrón, entonces el 15 por ciento del PRI se convierte en un 30 por ciento de los ciudadanos que realmente saliesen a votar. Si sólo votase el 40 por ciento del padrón electoral, el 15 por ciento del PRI-PVEM se convierte en un fantástico 41.6 de los votos efectivos”, precisó Ortega.

Entonces -agregó-, al PRI-PVEM le conviene el abstencionismo porque le da un mejor entorno para cometer fraude, pues en una competencia de tres principales competidores -como el actual- y con una votación de, por ejemplo, sólo el 50 por ciento del electorado, ya tiene para sí al menos 30 por ciento de los votos y cualquier diferencia con sus contrincantes la podría superar con diversas triquiñuelas

Señaló que para inducir al abstencionismo y hacer que los ciudadanos se queden en sus casas, el PRI-PVEM ha puesto en marcha una onerosa campaña mediática con la cual busca generar una sensación de miedo por la inseguridad y violencia existentes en el país, así como generar temor por la pérdida de lo supuestamente logrado en el gobierno actual.

Combina esto con una campaña de desprestigio y calumnia en la que propala que también sus opositores “son corruptos” e “inexpertos”, por lo que todo seguiría igual si éstos llegaran al poder, tal como hace con el candidato de la Coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés. También complementa esta estrategia con la compra y manipulación de encuestas, así como de espacios en medios de comunicación masiva en los que se exalta a su candidato y se denuesta a sus oponentes.

El diputado mexiquense señaló que nadie, ni las propias bases priistas-pvemistas (la mayoría de ellas hundidas en la pobreza y la miseria) cree en las patrañas de sus dirigentes ni del gobierno peñanietista, pero reiteró que es necesario que esa desconfianza se traduzca en acción.

“A principios de 2017, la ira popular por los gasolinazos se reflejó incluso en actos violentos. Como creyentes en la legalidad y las instituciones, los perredistas dijimos que ése no era el camino, aunque también dijimos que no se olvidara que el gobierno priista-pevemista de Peña Nieto era el responsable de esa agresión a la economía popular. Hoy lo reiteramos, pero también reiteramos que no se deben olvidar otras muchas ofensas del contubernio PRI-PVEM, y que esa ira, ese enojo, se debe reflejar en el único momento que todos y cada uno de los ciudadanos tienen realmente poder: la votación. Exhortamos a todos los ciudadanos a ejercer éste y otros derechos democráticos”, concluyó.