Por: Redacción/

Una investigación interinstitucional sobre la disponibilidad natural de agua en cuencas de México proporciona datos técnicos de dónde es posible tomar más líquido, lo que permitiría equilibrar los niveles de extracción y recarga, informó el doctor Omar Tapia Silva, académico del Departamento de Hidrobiología de la Unidad Iztapalapa la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El estudio –elaborado junto con el doctor Eugenio Gómez Reyes, académico de esa sede, en colaboración con el Colegio de la Frontera Norte, líder del proyecto, y la Red Mexicana de Cuencas-Remexcu– analiza el recurso integral de las cuencas hidrológicas, aplicando técnicas en colectivo y una nueva de tipo satelital, que también toma en cuenta la norma oficial en la materia.

“Esto nos podría ayudar a emitir un diagnóstico de la situación y nos permitiría proponer algunas medidas para el establecimiento de políticas públicas que coadyuven a mejorar el panorama actual”, resaltó durante el Seminario Internacional: Gestión del agua por cuencas en América Latina: ¿Lejos de la meta?, efectuado en el Hotel Holiday Inn Trade Center.

De ese modo podría sugerirse un mejor modo de gestión del recurso acorde con sus usos, con el fin de tornarlo sustentable, lo cual “es necesario, porque el estudio nos brinda la oportunidad de saber qué se hace para el centro de México acerca de las grietas producidas por este efecto o la escasez”, dijo Gómez Reyes, docente del Departamento de Ingeniería de Procesos e Hidráulica.

Los niveles de extracción y recarga deben ser equilibrados, comparando los registros sobre el abastecimiento requerido para uso doméstico, industrial y agrícola; “lo que hacemos desde hace tres años, con financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), es proporcionar los datos técnicos de dónde podemos tomar más agua”.

Por el momento se han estudiado tres regiones ubicadas en el norte, centro y sur con el propósito de medir cómo influyen las diferencias climáticas, dijo el doctor Tapia Silva.

De manera adicional participan profesores y alumnos de las licenciaturas en Ingeniería Hidrológica e Hidrobiología de la Unidad Iztapalapa de la UAM, el Colegio de la Frontera Sur y las universidades de la Mixteca de Oaxaca y Autónoma de Coahuila, “en cada sede se cuenta con equipos de trabajo que son capacitados constantemente y nos ayudan a hacer los cálculos, muchos de ellos realizan sus tesis o el servicio social derivado de esta labor”.

El doctor Tapia Silva señaló que aún se siguen comparando los modelos de gestión en el sur, donde existe un excedente y en el norte donde no lo hay, y “pudimos desarrollar una metodología de estimación de disponibilidad obtenida con base en información satelital y utilizando un poco de análisis espacial, lo cual nos parece un logro muy importante”.

Muchas de las dificultades de las distintas áreas geográficas del país se relacionan con la falta de datos, por lo que la posibilidad de hacer este balance aporta solidez al estudio, además es relevante mencionar que “tenemos datos de disponibilidad más actualizados que los que maneja la Comisión Nacional del Agua”, subrayó.

“Creemos poseer una buena visión en términos de la disponibilidad del vital líquido en el territorio nacional, lo que representa un avance significativo derivado del esfuerzo de un equipo grande y es algo que aún se está integrando para establecer planes concretos de acción política, en general, nos ha ayudado mucho a interactuar y emprender análisis con nuestros colegas”, comentó.

La universidad pública mantiene una perspectiva más abierta respecto de un recurso que deber estar accesible para la propia vida y ello “nos coloca en una posición distinta de análisis, ya que lo que estamos haciendo es un servicio a la sociedad para solventar sus problemáticas más apremiantes”, opinó Tapia Silva.

El doctor Gómez Reyes agregó que la intervención de la universidad pública en este tópico resulta relevante, porque “estamos formando el recurso humano necesario para continuar desarrollando este tipo de investigaciones, las instituciones privadas no cuentan con la posibilidad de hacerlo porque se requieren laboratorios, sistemas de cómputo y mucha gente dedicada solo a ello”.