Por: César Domínguez

Esta fue quizás la presentación más fría que he visto para un entrenador de la Selección Mexicana y es que es lógico, darte cuenta que un estratega con muchas ideas futbolísticas, pero pocas personas lo reconocen, llega al equipo que representa a tu país.

Tal vez fue difícil para ti ver eso en tu primer día como Director Técnico del Tricolor, pero sabías de los rumores que había sobre tu llegada, que se iban haciendo cada vez más y más fuertes; es por eso que aplaudo tu elegancia para pararte frente a los medios y declarar una serie de enunciados dignos de un hombre seguro, más no confiado.

Tus ideas sobre este juego son muy claras. Ofensiva al cien por ciento en todo momento, buen trato del balón y manejo de las circunstancias, tienes todo explicado con ayuda de tus tres compañeras inseparables: la libreta, la pluma roja y la pluma azul. Con ellas desmenuzas un sin fin de veces todo lo que muchas veces no percibimos y lo vemos desde otra perspectiva en el fútbol.

Aun con la necesidad de mostrar una cara de ‘perro hambriento’ para que la afición que ahora no cree en ti, logre generar al menos un miligramo de duda sobre tu trabajo en esta “gran empresa” que se llama Selección Mexicana, a la que tu ya calificaste como única y muy poderosa, eso te da un plus sobre todo en el entorno que te rodea.

Hoy deja que exprese mi sorpresa de verte muy distinto a como lo creía, yo te imaginaba temeroso y reservado ante las preguntas de los medios de comunicación y saliste como los mejores boxeadores cuando los tienen contra las cuerdas, incluso podría decir que saliste victorioso de este primer enfrentamiento.

Pero no debes de creer que ya tienes todo ganado porque los medios de comunicación si son importantes, pero no tanto como la afición que cada vez que juega su Selección, busca de un modo u otro tener la mejor versión de su equipo nacional. Solo cuídalos a ellos, porque son muy celosos de las personas que tratan de manosear sin beneficio al equipo de sus amores.

Te daremos el beneficio de la duda, ese voto de confianza que le damos a todo él que pasa por esa situación, pero confío en que lo tuyo es distinto al ver que dejaste todo lo que tenías en Brasil para llegar a una Selección, que sí, tiene mucho prestigio, pero ese prestigio puede acabar con las carreras si no se hace bien.

Tu sabes como hacerlo y que es lo mejor para llegar a lograrlo, así que deberás de pensar en cómo en tan poco tiempo ganarte la confianza de todo el mundo, porque el fútbol no es un juego aquí, es un estilo de vida que a millones de personas les ha dado mucho.

Juan Carlos respetamos tu llegada, pero esperamos ver tus resultados.