Por: Redacción

Los tipos 16 y 18 del Virus del Papiloma Humano (VPH), son los más frecuentes y oncogénicos; para combatirlos, la científica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Eva Ramón Gallegos, aplica con éxito la terapia fotodinámica, que irradia en forma localizada las células malignas. Después del tratamiento realizó estudios de biología molecular de alta sensibilidad, que permitieron corroborar que la infección se eliminó en el 85 por ciento de las pacientes.

La doctora Eva Ramón explicó que la terapia fotodinámica es una técnica no invasiva y, a diferencia de otros tratamientos, únicamente elimina las células dañadas, no incide sobre las estructuras sanas, lo cual se comprobó en un estudio con 420 pacientes de Oaxaca, Veracruz y la Ciudad de México.  Por ello consideró que “tiene gran potencial para disminuir el índice de mortalidad por carcinoma uterino en el país”.

La investigadora de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del IPN es la titular de la investigación que ha desarrollado a lo largo de 20 años. En su etapa inicial probó la terapia fotodinámica en líneas celulares, posteriormente en ratones tipo nu/nu, y en la fase clínica en mujeres diagnosticadas con VPH.

“Inicialmente realizamos estudios de colposcopía y papanicolaou, detección de secuencias genómicas del VPH mediante las pruebas denominadas: captura de híbridos y Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), así como biopsias para diagnosticar lesiones premalignas o infección con VPH a 900 mujeres de entre 25 y 40 años. De ese total, 420 presentaron problemas y fueron tratadas.

Después de la terapia repetimos los estudios y corroboramos el éxito del procedimiento”. Jefa del laboratorio de citopatología ambiental del departamento de morfología, la doctora Ramón Gallegos, refirió que además hallaron que la vaginosis (infección bacteriana) se redujo 90 por ciento y el cuello uterino no sufrió ningún tipo de deformación, como ocurre con otros tratamientos.

Elizabeth Maldonado Alvarado, quien obtuvo el grado de doctora en ciencias con esta investigación, explicó que la terapia consiste en la aplicación de un fármaco en el cuello del útero, que las células transforman en protoporfirina IX (molécula fotosensible), y ésta se concentra en las unidades dañadas.

Después se eliminan con un sistema láser especial las estructuras impregnadas con la sustancia química fluorescente. Al ser un método muy seguro y no generar efectos secundarios, pudo aplicarse a las pacientes en tres ocasiones. El tiempo de radiación depende del tamaño del cérvix, debido a que el epitelio del cuello uterino recambia cada trimestre, se realizaron revisiones a las pacientes a los tres, seis y un año de tratamiento.

Posteriormente, se repitieron los estudios de diagnóstico y corroboraron el éxito del procedimiento. Las doctoras Eva Ramón y Elizabeth Maldonado destacaron necesario incorporar la técnica de PCR de manera masiva, ya que por ser el proceso con mayor sensibilidad contribuiría a reducir el número de resultados falsos negativos de VPH.

Asimismo, explicaron que el conocimiento ya se transfirió a las comunidades que participaron y está aprobada la publicación de un artículo científico en una revista con arbitraje internacional.

La investigadora del IPN cuenta con la colaboración de especialistas del Comité para la Educación y Desarrollo Integral de la Mujer AC (CEDIM) de San Andrés Tuxtla, Veracruz; del laboratorio de Citología Exfoliativa de Acapulco, Guerrero; del Centro de Salud México-España de la Secretaría de Salud, de la Clínica de la Mujer y del Hospital General de Tuxtepec, Oaxaca; del Hospital Regional Ignacio Zaragoza del ISSSTE y del Centro Médico Nacional Siglo XXI.