Por: Vicente Flores

De acuerdo con un informe presentado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), un grupo de los 43 normalistas desaparecidos desde septiembre de 2014, viajaban en esa fecha en el autobús 1531 de la línea Estrella de Oro hacia la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, cuando fueron interceptados y privados de su libertad por elementos de la policía municipal de Huitzuco, Guerrero.

Los datos forman parte de la investigación que la CNDH realiza del Caso Iguala, y presuntamente fueron presentados a la Procuraduría General de la República (PGR) a principios de marzo, como unas posible línea de investigación.

La CNDH basa el involucramiento de los policías municipales de de Huitzuco y de dos agentes de la Policía Federal en las declaraciones de un testigo protegido.

La información fue dada a conocer por el titular de la Oficina Especial del Caso Iguala, José Larrieta Carrasco, afirma que alrededor de las 21:00 horas, el 26 de septiembre, un grupo de alrededor de 15 o 20 estudiantes viajaba en el autobús de la compañía Estrella de Oro, con número económico 1531.

Dos patrullas de la policía municipal de Iguala, comenzaron a disparar en contra del vehículo, con el objetivo de detenerlo. Uno de los neumáticos fue reventado, motivo que hizo que se detuviera debajo del Puente del Chipote, sobre la carretera 95 Iguala-Chilpancingo.

Posteriormente, los ocupantes de una segunda patrulla cerraron el paso al autobús en que viajaban los estudiantes. Acto seguido, con palos, comenzaron a golpear y romper los vidrios del vehículo 1531. Y una tercera patrulla  arribó  al lugar.

Los policías lanzaron granadas de gas lacrimógeno del autobús para sacar a los estudiantes del interior, cuando bajaron, fueron agredidos por los elementos de seguridad y obligados a tirarse al piso.

Sin título

Una patrulla de la policía federal, llegó al lugar, quienes preguntaron por los jóvenes, y dos de los elementos municipales le respondieron que serían llevados ante “El Patrón”, que es parte de una de las líneas de investigación.

Uno de los vehículos se encargo de llevar a una parte de los estudiantes, no obstante, fue necesario el apoyo de tres camionetas del municipio de Huitzuco, destino al que presuntamente fueron llevados los normalistas.

SinbUn elemento del Ejército mexicano, que fue testigo de estos hechos, tomó una serie de fotografías, mismas que están integradas a la carpeta de investigación, aunque, como una de las posibles indagatorias se requiere el testimonio del efectivo castrense.

Ante el cuestionamiento de la distancia en que el testigo percibió los hechos, inidicó que estuvo muy cerca del lugar, con el fin de hacer referencia a diálogos. Por  otro lado, la CNDH ha pedido la protección de su observador, con el fin de mantener su integridad.